5 consecuencias de ser padres permisivos

by / Comentarios desactivados en 5 consecuencias de ser padres permisivos / 23 septiembre, 2020

Hoy en día tenemos tanta información que muchas veces caemos en los extremos, o nos volvemos padres muy exigentes, o padres permisivos. Hoy, queremos comentarles la importancia de tener un equilibrio, de buscar un punto medio, ya que el ser muy exigentes los limita, por su parte el ser muy permisivos, en vez se ayudarlos los perjudicamos, ya que a la larga ellos se sentirán inseguros y con una baja autoestima.

¿Sabes lo que es ser permisivo? La permisividad significa tolerancia excesiva. Así, la permisividad, es un rasgo que caracteriza la personalidad de algunos padres, y esto provoca que los niños crezcan sin reglas claras y se sientan confundidos e infelices.

Una de las consecuencias de la permisividad en los críos, es que los hacemos niños malcriados, acostumbrados a manipular a las personas que tienen a su alrededor. Pero sobre todo, la peor de las consecuencias de la permisividad es que a la larga hace que los niños se sientan perdidos y poco amados.

Eso se debe a que los niños esperan que sus padres los guíen y los enseñen, por lo que permitirles todo hace que sientan que no les prestan atención, y eso les crea baja estima hacia sí mismos.

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Te compartimos 5 consecuencias importantes que hace la permisividad:

Problemas de conducta

Una de las consecuencias más graves de la permisividad en la crianza es que los niños, es que desarrollen problemas de conducta. Esto es -insistimos- resultado directo de no haber fijado normas y límites desde temprana edad.

Baja autoestima

El abuso de libertad y la falta de límites y normas, además de la ausencia de una relación sana con los niños que se base en el respeto y en el entendimiento del niño como ser humano, puede traer consecuencias como la baja autoestima.

Pereza

La falta de normas y de rutinas claras trae como resultado que los niños se conviertan en personas sin conciencia de sus responsabilidades, y que por lo tanto fomenten el mal hábito de la procrastinación o la pereza.

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No saber resolver sus propios problemas

El exceso de permisividad conlleva en muchos casos que los niños no aprendan a desarrollar las habilidades sociales y emocionales necesarias para resolver problemas de manera independiente.

Algunas de estas habilidades se consiguen fomentando la inteligencia emocional, para lo cual indudablemente es necesaria la guía de los padres.

Impulsividad

Como se puede observar, la falta de normas claras crea secuelas muy negativas sobre los más pequeños. Otra de ellas es que la permisividad fomenta una personalidad impulsiva inmadura y descontrolada.

Ningún padre en el mundo buscamos hacerle daño a nuestros críos; sin embargo, de manera inconsciente algunos podemos confundir el amor hacia ellos con el hecho de ceder ante todos sus caprichos. Lo ideal es que los padres decidamos de manera ecuánime qué le hace bien al crío y qué no. De esta manera los niños comprenderán mejor de qué modo deben regular su comportamiento.

Además de esto, ser padres que sepan disciplinar de manera respetuosa hace que los niños vean en nosotros una sana referencia de autoridad y de valores. La mayoría de expertos en crianza coincide en que las normas y los límites lejos de ser negativos son absolutamente necesarios, pues son una herramienta que ayuda a los niños a que entiendan que sus actos tienen consecuencias.

Es muy importante que, como madre, revises si en ti o en tu pareja existe una obsesión en darle a tus hijos todo lo que no tuviste cuando eran pequeños. Si es así, trabaja en ello con alguna terapia. Darle comodidades a tu hijo no está mal; sin embargo, todas las personas deben cultivar el logro al mérito, es decir, deben esforzarse para conseguir sus propias metas y privilegios.

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