El Día Internacional de la felicidad se celebra desde el 2013 que la ONU instauró la efeméride para “reconocer el papel que desempeña el sentimiento de la felicidad en la vida de las personas de todo el mundo”. Dicha fecha forma parte del plan de las Naciones Unidas que pretende poner fin a la pobreza, reducir la desigualdad y proteger el planeta, tres aspectos primordiales que contribuyen, precisamente, a garantizar dicho sentimiento de plenitud.
Existen estudios que demuestran que los seres humanos estamos diseñados para buscar la felicidad, pero muchas veces se cometen errores durante el camino.
Según algunos expertos nos recomiendan las siguientes acciones para ser felices:
Perdonar las caídas
Tratar de vivir sin emociones negativas es un sinsentido, ya que estas forman parte de la vida, y son tan naturales como la alegría, la felicidad y el bienestar. Aceptarlas es el primer paso para disfrutar de una vida más positiva. El ser humano comete errores, es algo natural, y ser capaces de perdonarnos a nosotros mismos cuando las cosas no salen como esperábamos es la mejor manera de empezar a ser felices.
Racionar la energía y el tiempo
Como las máquinas, el ser humano posee una batería natural que necesita recargar constantemente. Saber enfocar las actividades con las que uno se siente más realizado y racionar la cantidad de energía que se dedica a ellas permite aprovechar más el tiempo y no verse sacudido por la sensación de aceleración que invade este siglo XXI.
Practicar deporte
Es un tópico, el mítico mantra Mens sana in corpore sano que viene de la antigua Grecia, pero si todo el mundo coincide en los beneficios de mantener un cuerpo saludable y ejercitado debe ser por algo. Practicar deporte es algo que no se debe descuidar, ya que ayuda a sentirse autorrealizado, descargar estrés y liberar la mente. Además, el ejercicio físico permite liberar endorfinas y mejorar el estado anímico.
Ejercitar la autoestima
La mayoría de las inseguridades se producen en la infancia, pero eso no justifica que haya que acomodarse a los pensamientos negativos. Para ser feliz, primero hay que quererse a uno mismo. No hay que exigirse demasiado, y sí aceptarse tal y como uno es, con virtudes y defectos. Si alguien quiere cambiar a otra persona, quizás es que no vale la pena.
Rodearse de gente positiva
La felicidad de uno depende en gran parte de la felicidad de las personas con las que tiene contacto. En otras palabras, la felicidad puede ser contagiosa. Esquivar a la gente tóxica y rodearse de gente optimista y positiva produce efectos muy provechosos en el bienestar personal.
Vivir el presente
Según un estudio de Sciencemag, las personas que se pasan el día regodeándose en sus inquietudes y problemas pierden hasta un 47% de tiempo. Vivir constantemente en el futuro crea expectativas que pueden hacer más infeliz a la persona que no está en el momento presente. Por otro lado, vivir el momento no quiere decir que no se deben tener metas, sino que hay que ser realista e ir paso a paso para conseguirlas, enfocados en el hoy, teniendo conciencia de lo que nos rodea, y de cada sensación que se va atravesando.
Celebrar los logros
Si algo ha sido costoso de conseguir, lo mejor que se puede hacer es celebrarlo. Es bueno premiar los triunfos y compartirlos con los seres queridos, porque son momentos únicos e irrepetibles superados con empeño y sacrificio. Hay que disfruatr el momento y no pensar en otros retos y metas.
Meditar ó hacer yoga
Otra cuestión que está científicamente demostrada es que la meditación rejuvenece y previene el envejecimiento celular, además de reducir notablemente el estrés, la ansiedad, el insomnio… y combatir los síntomas de la depresión.
El yoga es un ingrediente clave para disfrutar de unas relaciones sociales más plenas, porque permite mantener el pensamiento enfocado y experimentar la verdadera libertad de decidir sin condicionamientos ni ataduras, aceptando las emociones y convirtiéndolas en una guía en vez de en un obstáculo.