El día de hoy te hablaremos de algunas actividades que te ayudarán a desarrollar y fortalecer la motricidad fina de tus pequeños. Para comenzar, la motricidad fina es la habilidad que nos permite realizar actividades que requieren bastante precisión, es decir, todas aquellas actividades en las que necesitamos un control de nuestras manos, nuestros dedos o de nuestros pies. Un ejemplo de dichas acciones las podemos encontrar en nuestra vida cotidiana como cepillarnos los dientes, abrocharnos una camisa, usar los cubiertos y escribir.
Para mejorar la motricidad de nuestros pequeños hay diversas actividades y manualidades con las también se van a divertir. A continuación te dejamos algunos ejercicios con los que pasarás un buen rato a lado.
Atarse las agujetas
En esta actividad ayudaremos a que nuestros hijos aprendan de una forma fácil y divertida a atarse los cordones de sus tenis o zapatos. Para ellos necesitaremos cartón, un cutter, plumones, material para decorar, cordones de zapatos y un par de zapatos.
Para iniciar debemos poner los zapatos sobre el cartón y con un marcador dibujamos la silueta. Con el mismo plumón marcamos dos hileras de puntos en cada una de las siluetas, con ayuda del cutter hacemos un agujero en cada punto que habíamos marcado e introducimos los cordones para tener lista nuestra plantilla.
Ya que tenemos lista la plantilla empezamos con la enseñanza a nuestros hijos mostrándoles paso a paso como deben atar sus agujetas y así evitar caídas por una mal atadura, además reforzarán su habilidad con las manos.
Figuras de plastilina
Este material es ideal para que nuestros chicos desarrollen su creatividad y con ello aprendan a modelar con sus propias manos y así ejercitar su motricidad fina.
Para lograr la finalidad de esta actividad se recomienda realizar bolitas de plastilina para después aplastarlas y darles la forma que cada uno quiera con los dedos. En este momento dejaremos volar nuestra imaginación y podremos crear figuras, personajes o representar diferentes elementos del entorno en el que viven.
Con ello, poco a poco mejorarán la capacidad de movimiento en ambas manos y podrán realizar cualquier actividad que necesite de precisión manual.
Arte y naturaleza
Para esta actividad será necesario salir a algún parque o a nuestro propio jardín recolectar flores y hojas que podamos usar como pincel o brocha. Esta es una actividad muy divertida ya que puede llegar a ser complicado pintar con dichos pinceles naturales pero será aquí donde nuestros pequeños sacarán a flote sus habilidades para lograr una obra de arte.
Además las plantas y flores también pueden servir como sellos para estampar. Con este ejercicio también se mantiene contacto con la naturaleza y le enseñaremos a los chicos que cualquier material es útil si sabemos cómo aplicarlo.
Rostros al natural
De nueva cuenta la naturaleza será nuestro principal aliado. Esta es una actividad divertida y muy creativa, ya que consiste en inventar figuras y dibujos con hojas y flores. Para ello sólo necesitarás recortar cartones en forma de óvalo y salir a buscar plantas, flores y demás que puedan servir para decorar.
Aquí puedes pedirle a tus hijos e hijas que cada rostro que hagan exprese una emoción diferente, mientras ellos desarrollan sus motricidad fina, también nos divertimos aprendiendo sobre la expresión facial de las emociones y su reconocimiento.