Es muy común que los papás pensemos que la infancia es una edad en la que no se tienen problemas, ya que llegamos a compararlos con nuestros problemas. La niñez es una etapa en la que el infante no está preparado para hacerle frente a los daños emocionales que ocasionan por ejemplo un cambio de escuela, el comienzo de un nuevo año escolar, la adolescencia, su imagen física, el divorcio, entre otros.
A menudo minimizamos lo que nos comentan los críos sobre sus preocupaciones y miedos, no tenemos la más remota idea de cómo es que ellos enfrentan las dificultades que se les presentan, incluso ni las comprendemos, pero que los lastiman. Por ello es importante que escuchemos con atención lo que nos dicen nuestros niños, que puedan expresar en libertad lo que les sucede, sólo así podremos ayudarlos a hacerse de herramientas que les facilite recuperarse y sobreponerse de las adversidades de la vida y a sacar algo bueno de ellas.
Una manera de apoyarlos a enfrentar los cambios, es enseñándolos a ser resilientes, esto quiere decir, educarlos para que tengan la habilidad de adaptarse para superar las dificultades y convertirlas en algo positivo que les ayude en su vida, en donde la red de apoyo juega un papel muy importante. Estos son algunos consejos que el Centro Integral de Psicología enmarca para enseñar la resiliencia a los niños y que esperamos les sirvan de guía.
- Hacer y tener amigos. Enseñar al niño a hacer amigos, a que se ponga en el lugar del otro y sentir lo que el siente. Para esto, se pude desarrollar un lazo familiar fuerte para que se sienta amado y aceptado.
- Enseñarle a ayudar a los demás. Esto puede permitirle al crío, superar la sensación de que no puede hacer nada. Refuerza la confianza en él asignándole tareas apropiadas a su edad.
- Mantener una rutina diaria. Es muy reconfortante, sobre todo para los más pequeños, a ellos les gusta saber que están cumpliendo y haciendo bien sus tareas.
- Tomarse un descanso. Aparte de enseñarlo a que se centre en sus propósitos, también descansar y hacer cosas diferentes cuando se sienta angustiado. Le ayudará a llegar a su meta más satisfecho.
- Enseñarlo a cuidarse. Con el ejemplo podemos enseñar al crío a adquirir hábitos apropiados y saludables. Cuidarse e incluso divertirse, ayudará al niño a mantener el equilibrio y enfrentar mejor los momentos estresantes.
- Motivarlo a fijarse metas. Las fechas como inicio de año o un cumpleaños, les enseña a los críos a establecer algunas metas en su vida. Recibir elogios por hacerlo, ayuda a desarrollar resiliencia para salir adelante ante los desafíos.
- Alimentar una autoestima positiva. Motivarlo a confiar en sí mismo. Enseñarle a tomar la vida con humor y la capacidad de reírse de sí mismo.
- Enseñarle a ver lo positivo incluso en las cosas malas. Fomenta una actitud optimista y positiva, esto le permitirá darse cuenta de las cosas buenas de la vida y seguir adelante, incluso en los momentos difíciles.
- Estimular el autoconocimiento. Enseñarle a que todo lo que le pasa genera conocimiento.
- Aceptar que el cambio es parte de la vida. Ayudarlo a ver que el cambio forma parte de la vida y que se puede reemplazar con nuevas metas a aquéllas que puedan haberse convertido en inalcanzables.