¿Habías escuchado este término? yo no, pero los confieso que cuando empecé a leer sobre el tema me llamó mucho la atención, me espanté un poco y dije ¿en serio hay quien lo hace? ¿Cuál es la finalidad?
Pues les cuento el Breadcrumbing es la forma en que alguien te mantiene interesado, pero de tal forma en que no se involucra al cien porciento. Por ejemplo, te gusta alguien y demuestra un interés latente por ti, pero decir que le gustas sería demasiado. Mira tus redes sociales y le da me gusta a tus publicaciones, pero no responde a tus mensajes. Te hace creer que le agradas lo suficiente, pero al final siempre anula la cita. Genera tu atención. Y te das cuenta de un patrón. Va dejando migas románticas para que le sigas la pista pero, en realidad, no quiere nada. Para entonces ya estás atrapada.
El término significa “dejar migas de pan” en inglés, y evoca el cuento infantil Hansel y Gretel, en el que uno de los hermanos deja migas de pan por el bosque para no perder el camino de regreso a casa. Según el glosario de léxico coloquial Urban Dictionary, “el ‘breadcrumbing’ es cuando alguien no tiene intenciones de llevar las cosas más lejos, pero le gusta la atención. Así que coquetea aquí o allá, envía señales de vida solo para mantener a la persona interesada, sabiendo muy bien que permanecerá soltero”. ¿A qué viene un juego tan despiadado?
Para comprender el cruel arte del breadcrumbing primero hay que identificar el perfil más dado a cultivarlo. No siempre es fácil. De hecho, uno mismo puede verse identificado tras un análisis honesto.“Son personas que sienten una necesidad de aprobación constante, necesidad de que alguien esté pensando en ellas, buscan alimentar su propio ego, son muy narcisistas. Hay personas que se levantan una hora antes de su hora habitual para mandar mensajes a toda la lista de personas que tienen activas y hacen un auténtico trabajo de ligoteo, así se mantienen entretenidas. Es un bálsamo contra la soledad. Aplicar el breadcrumbing es como un analgésico para aliviar el vacío”, explica la psicóloga Gabriela Paoli, autora del libro Salud Digital.

Por otro lado, existe el breadcrumber pasivo, según explica Paoli, que tiene comportamientos tan sutiles que se pueden confundir con simple timidez. “Son personas a las que les cuesta posicionarse, no son proactivos. Son individuos con baja autoestima, poca confianza en ellos mismos y no se animan a ser honestos y decir: ‘nos estamos conociendo, pero yo estoy en otro momento’, o ‘yo estoy buscando otro tipo de relación’, o ‘estamos en diferentes caminos’. Son personas que están a la espera de que el otro les deje, pero no se atreven a dejar de suministrar esas migas de pan románticas”. ¿Te suena?
Si conoces a alguien que pueda estar en esta situación o tú lo estás, lo ideal es que te alejes y decidas buscar a alguien que sí tenga interés o preguntarte ¿por qué estás involucrado con alguien así’, ¿qué es realmente lo que tú quieres? Tal vez buscar a un profesional ayude a que puedas resolverlo, lo que sí es claro, es que quedarse no le hará bien a nadie.
Información de elpais.com/ Imagen de smoda.elpais.com
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