En los últimos años, las redes sociales han cambiado la forma en el que el mundo nos comunicamos. Actualmente, hay más de 2.000 millones de usuarios en el planeta, y en México según un artículo de El Financiero, somos más de 61 millones de usuarios en Facebook y 35.5 en twitter, lo que da un porcentaje del 74% de la población aproximadamente. Pero, pasar tantas horas en las redes sociales, según los científicos, puede generar dependencia y afectar el estado de ánimo y la salud mental.
El estar conectados a las redes sociales es hasta necesario, para estar al día en lo que sucede, en los temas, en los contextos de lo nuestro y lo de nuestras familias y así sucesivamente en todo lo que nos rodea. Pero ¿te has preguntado cuánto tiempo ocupas en ellas? ¿cómo afecta tu relación con los demás? ¿si descuidas a tu familia, amigos o trabajo por éstas?
Yo sí me lo pregunto y reconozco que hay días que hasta culpable me siento porque paso mucho tiempo metida en las redes, sin embargo, es importante que nos hagamos conscientes de ello.
No creo que dejar el teléfono y desconectarnos del mundo sea la respuesta, sin embargo, es importante darnos cuenta qué momentos estamos descuidando, como el perdernos momentos importantes con los críos por estar en el celular, o pegarnos a éstas estando en el parque y arriesgar a que cuando volteemos el crío no siga ahí por el motivo que sea, o hasta dejar de tener conversaciones con nuestra pareja, nuestros amigos y hasta dejar de tener resultados en el trabajo.
La baronesa Susan Greenfield, autora de libro Your Brain On Social Media, afirma que la red provoca una conducta que causa adicción, al punto que en imágenes del cerebro se observa un claro deterioro en las mismas zonas que afectan a los drogadictos. Según la baronesa, disminuye la cantidad de materia blanca en las regiones donde se controlan las emociones, la toma de decisiones y la capacidad de concentración y atención. Incluso, el cerebro puede perder su capacidad de memorizar.
Por su parte, los expertos de la Universidad de Bergen, en Noruega, declararon que estos mismos patrones cerebrales aparecieron en pacientes adictos a la cocaína.
Sin embargo, como les comentaba, tanto los expertos y los no tan expertos, han coincidido en que no se debe satanizar a las redes sociales y considerar lo que sí es positivo. De hecho, han permitido que la gente cree vínculos sociales y lazos afectivos con personas de otras partes del mundo. Esta ruptura de las fronteras ha contribuido a la globalización y a que todos puedan opinar y participar en diferentes causas, ésta es una forma importante de expandir la capacidad de socializar.
Yo creo que tanto el internet, como las redes sociales son herramientas poderosas si se usan correctamente, sin embargo, los usuarios debemos aprender a poner límites, darnos el tiempo necesario y el lugar correcto para estar en éstas y de esta forma no perder tiempo en cosas verdaderamente valiosas, como el ver sonreír a nuestros hijos, el tomar de la mano a tu pareja, el tomar una copa de vino y reír con tus amigos, etc. Intentemos poner una balanza y estar el día sin descuidar a los que amamos.