El día de hoy les traemos un experimento en el cual pondrán aprueba su habilidad en la química con un experimento súper divertido y sencillo que hará que tus pequeños y tú se diviertan y aprendan acerca de las reacciones que diferentes materiales o químicos pueden generar.
El jardín de cristal se trata de una de las reacciones que relaciona arte y ciencia. La creación y espectacularidad de las formas de los cristales y la manera en cómo cada uno de ellos crecen, podrían tratarse en exposiciones artísticas creadas con las manos de nuestros niños, por lo que los llevará a sentirse químicos y artistas al mismo tiempo. Atrayéndolos y acercándolos a ambas ramas de una manera divertida.
La reacción es sumamente sencilla. Consiste en dejar caer diferentes sales coloreadas de varios metales de transición sobre una disolución comercial de silicato sódico (vidrio líquido, material que puede ser encontrado en algunas farmacias) todo dentro de un recipiente de vidrio.
Para colorear las sales también se pueden utilizar acuarelas y sal de Epson para evitar buscar cada uno de los productos que mencionáremos al final.
En el recipiente deberán añadir una taza de sal de Epson y una taza de agua que ha sido calentada durante 45 segundos en el microondas. Luego se añade un color de acuarela y se remueve el contenido para posteriormente agitarlo durante un minuto y disolver la sal. Finalmente se introduce la mezcla 10 minutos en el congelador y se deja reposar durante la noche en el refrigerador. ¡Al siguiente día lograrán ver cada uno de los cristales que se han formado!
Una vez la sal del metal de transición ha entrado en la disolución de silicato sódico se produce una reacción de doble desplazamiento (o metátesis) formándose la sal sódica derivada de la sal que previamente se ha depositado en la solución y el silicato del metal de transición en cuestión. Mientras que la sal sódica suele ser soluble, no lo es el silicato creándose estalactitas y estalagmitas de colores.
Una opción válida después de que se ha finalizado la reacción es vaciar del líquido el vaso de precipitado y llenarlo con agua y crear nuestra propia pecera. Los silicatos formados son sólidos y no presentan ninguna problema para los peces.
Las sales más utilizadas son:
1- Sulfato de cobre (II)- Cristalización azul
2- Cloruro de cromo (III)- Color verde
3- Sulfato de Niquel (II)- Color verde
4- Sulfato de hierro (II)- Color verde
5- Cloruro de hierro (III)- Color naranja
6- Cloruro de cobalto (II)- Color púrpura
Cada uno de los materiales que se necesitan para este experimento se pueden encontrar en algunas farmacias o en tiendas de materias primas.
A continuación te dejamos un video en el que se explica a mayor detalle el proceso y los resultados de la reacción química. Así es que ¡manos a la obra!