Por lo general después de tener a nuestro bebé nos sentimos con mil sentimientos, por un lado está el cansancio, el dolor de la herida, de las bubis si lactas, pero al mismo tiempo te siente feliz por tener a una personita nueva y llena de bendiciones entre tus brazos. Sin embargo, tenemos que ser realistas y el postparto no es nuestra mejor etapa, pues con todos estos cambios hormonales, una de las cosas que más sufrimos es la caída el cabello.
Los cambios hormonales son los principales responsables de este fenómeno, que puede alargarse entre unos seis y diez meses. Pasado este tiempo, normalmente el pelo vuelve a crecer y mantenerse de forma habitual, aunque nunca está de más darle un poco de ayuda, para que vuelva a lucir tan bonito como siempre ¡o incluso más!
Sabías que durante el embarazo solemos tener un exceso de estrógenos?es por esto, que a la mayoría se le ve un cabello increíble, sin embargo, después de dar a luz, los estrógenos y progestágenos disminuyen, al igual que la producción de queratina (proteína que conforma la mayor parte del pelo) y esto afecta al fóculo piloso que se debilita, dando lugar a la caída del cabello.
Si a esto le unimos el estrés, los cambios hormonales o la reducción del flujo vascular hacia el cuero cabelludo, es normal que cuando pasemos el cepillo para peinarnos se nos quede llenos de pelos que nos dicen adiós.
Algunos cuidados básicos para tu cabello
La recomendación es intentar evitar los recogidos demasiados estirados o las trenzas apretadas, así como el uso de planchas o secadores con el aire demasiado caliente. Si quisieras usarlas para algún evento especial, lo ideal sería usarlo con aire templado. .
Tintes, alisados u otros procedimientos químicos quedan totalmente descartados durante estos meses.
Para lavarlo lo más indicado es con un shampoo con ph cercano a 5, porque aunque también hay algunos anticaída, no todos son recomendables para el postparto, así que ante la duda es mejor prevenir y elegir uno suave, apto para uso diario.
El estado emocional también influye en la salud del cabello, así que ante todo es primordial tomarse todo (incluída la pérdida de cabello) con calma. Practicar la respiración profunda, meditación o yoga, seguro te ayudan mucho.
Una buena alimentación puede ayudar mucho más por nuestro cabello de lo que imaginas, es más, en la mayor parte de los casos, ayuda mucho más que los productos que utilicemos.
Te recomendamos que tu alimentación sea rica en Vitaminas del Grupo B presentes en el germen de trigo, la soja, los brotes de alfalfa, los cereales integrales, las nueces, las semillas, el aguacate, el tomate, las legumbres, las patatas y el brócoli.
De igual manera se recomienda Ácido fólico, que encontramos en las espinacas, las naranjas, la betabel, los chicharos, las pepitas de girasol, los espárragos o las lentejas. Con alimentos ricos en Zinc, como el apio, las berenjenas, las zanahorias, el arroz integral, los plátanos, el salvado de trigo, las ostras y la harina de avena integral.
Tampoco hay que descuidar los alimentos que nos proporcionan Vitaminas A, E y C, antioxidantes e imprescindibles en la formación de colágeno.
No olvidarnos de beber suficiente agua para hidratarnos bien.
Una dieta demasiado baja en calorías contribuye a que el pelo se caiga todavía en mayor cantidad, así que en general, te recomendamos que tengas una dieta balanceada y muy nutritiva. Si eres de las que les cuesta, busca a una nutrióloga, seguro te sentirás perfecta.
Por último comentar que si la caída de cabello produce parches importantes, o se alarga en el tiempo más allá de los diez o doce meses después del parto, es necesario consultar al médico, para que nos de un tratamiento adecuado al problema.