Hoy en día, los padres de familia no creemos que los niños se deprimen, ya que no es común escuchar que un niño está triste, por lo general son los que inyectan vida y energía, sin embargo, es importante entender que las manifestaciones de la depresión en la temprana edad son distintas a la de un adulto. En el niño y en el adolescente no es la tristeza y el llanto lo que predomina, sino la irritabilidad, ira, enojo, eventos de impulsividad y aislamiento.
Algunas conductas que puedes notar por ejemplo son cambios drásticos en el comportamiento de los niños, en el patrón del sueño o en el apetito, no realizar actividades que antes le gustaban, o que no quiera ir al colegio. En el adolescente se puede advertir cambio del grupo de amigos, o uso de drogas o de alcohol.
Según la experta, Maestra Sandra Schaffer Tishmann, los padres deben ejecutar un acercamiento: con los pequeños comunicarse con sus maestros y ver si hay algo que pudiera contribuir a estos síntomas. Hablar con el niño, no juzgar, dar confianza, seguridad y credibilidad. Con el adolescente observarlo y buscar múltiples factores.
De igual manera se recomienda acudir con especialistas para planear una atención terapéutica. En la Fundación Neurociencias para el Desarrollo Integral del Individuo, A.C. pueden apoyarlos, ya que cuentan con una guía experta.
Maestra SANDRA SCHAFFER TISHMANN
Presidenta de la Fundación de Neurociencias para el Desarrollo Integral del Individio, A.C.
- Licenciada en Educación Especial y Master of Arts in Education en la Universidad de las Américas
- Maestría en Problemas de Aprendizaje y Diagnóstico Diferencial
- Especialidad en Neurociencias y su aplicación al Neurofeedback, en Consorcio Interamericano para el Desarrollo Humano A.C. y especialidad en Acercamiento moderno para trabajar con niños, adolescentes y sus familias en la Universidad de Texas.
- Directora de la Clínica Psicoaprende (desde 1992).
https://fundneurociencias.org.mx/
https://www.facebook.com/Fundaciondeneurociencias/