En tiempos de cuarentena, los padres están jugando un papel muy importante en la educación y formación de sus hijos. Hasta hace unos meses, era impensable que pudiéramos pasar más tiempo con los críos y poder vigilar su educación. La cuarentena, nos ha impuesto grandes desafíos como: poder realizar nuestras actividades laborales cumpliendo con un horario de manera virtual, hacer las labores domésticas y ayudar a los niños con la escuela.
La permanencia en casa, representa una gran oportunidad para restablecer las relaciones afectivas entre padres e hijos, además de poder vigilar su crecimiento físico y emocional. Estos son algunos de los desafíos que padres e hijos enfrentan al estar en confinamiento.
Educación y tareas. Los padres, al quedarse en casa, se han convertido también en maestros auxiliares de sus hijos, los apoyan con sus tareas escolares y están al pendiente de que se conecten a sus clases virtuales en tiempo y forma.
Alimentación. Han tenido que aprender a comer mejor y sano y transmitir estos hábitos a sus hijos, hacer de la comida algo divertido.
Entretenimiento y ocio. Cambiar sus hábitos para que no dependan tanto de la tecnología y puedan desarrollar su creatividad con otro tipo de actividades.
Tecnología y redes sociales. Controlar el tiempo que pasan los críos frente a pantallas, celulares y tablets y dosificarles el uso de redes sociales.
Comunicación. Construir relaciones más cercanas con los hijos, llevar una comunicación más abierta y de confianza con ellos para que puedan expresar lo que sienten.
Establecer límites claros. Guiar a los críos con firmeza, sobre las normas de comportamiento basados en el respeto y la confianza. Hacerlo con amor y cariño para que los niños lo acepten de manera natural y no como una imposición.
Asegurar su futuro. Proveerlos de lo necesario y dotarlos de las herramientas para la vida, sin que esto represente el tener que darles todo lo que pidan ya que puede confundirlos y hacer que las cosas y los afectos pierdan su valor.