El día de hoy hablaremos sobre un tema muy importante que puede ayudarnos a saber cómo se encuentra la salud de nuestros pequeños, ya que en el color de sus heces podemos descubrir alguna anomalía de acuerdo a la alimentación que lleve y algunos otros factores que pueden reflejarse en ellas. Los críos pueden llegar a desechar heces verdes, blancas, rojas o amarillentas, por lo cual es necesario saber a qué se debe cada uno.
Algunas de las principales causas son:
-Pigmentos derivados de la bilis.
-Colorantes en la comida.
-Velocidad a la que se mueva el intestino.
Regularmente la popó es marrón, sin embargo, como mencionamos antes existen diferentes causas que pueden provocar un cambio en el color. Es por ello que a continuación te daremos a que se debe dicho cambio anormal.
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Amarillo y con semillas: es normal en un bebé en etapa de lactancia y son normales.
Café y espesa: se presenta en los pequeños que toman leche de fórmula. También son normales.
Café y verdosa: los niños que han pasado de leche a otros alimentos tienen heces de estos colores y de igual forma no presentan problema.
Café y acuosa: no debería significar nada grave a menos que se extiendan por más de dos días, lo que podría significar que se trata de diarrea. Los papás deben tener mucho cuidado con esto porque el crío se podría deshidratar o sufrir de alguna infección.
Café, seca y dura: significa que el pequeño tiene estreñimiento.
Heces de color rojo, rosado: luego que los niños han comenzado a comer diferentes alimentos, en un comienzo puede que estos salgan muy parecido a cómo se ingirieron, variando en color y textura.
Heces con sangre: algunas veces en el excremento de los bebés estreñidos se pueden encontrar restos de sangre, pues las fecas producen desgarros en las paredes del intestino. Debemos tener cuidado si la cantidad es muy grande o el sangrado continúa a medida que las heces se ablandan, por lo que será mejor consultar a un médico.
Heces negras: la popó se puede poner negra debido a que absorbió sangre en la primera parte del intestino. Ante esta situación los padres deben acudir inmediatamente a un médico.
Heces blancas y con textura de ceniza: a pesar de que no son muy comunes pueden dar cuenta de falta de bilis, evidenciando problemas en la vesícula o el hígado; por lo que de igual forma se debe consultar rápidamente a un especialista.
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