Enseñar hábitos de higiene a los niños les ayuda tener un desarrollo integral que los impulse a ser autosuficientes, pero, sobre todo, a cuidar su cuerpo. Es bien sabido que para que un niño aprenda un hábito, es necesario que esté acompañado de una figura que le transmita confianza y la importancia de este nuevo aprendizaje de una manera divertida y empática.
Pero ¿cuál es la mejor edad para crear hábitos en los niños?, de acuerdo con María Montessori, pedagoga especialista en infancia, los niños son capaces de adquirir un hábito a partir de los 2 años y medio aproximadamente, a esta edad el niño pasa por momentos sensibles de aprendizaje, es decir, se favorecen conexiones neuronales en su cerebro cuando experimenta experiencias significativas.
En el caso de la enseñanza de los hábitos de higiene, estos les ayudan a reforzar el mensaje del autocuidado en los niños, es por esta razón que resulta importante que se aprendan durante los primeros años de vida; para crear así, buenos cimientos para futuros aprendizajes, además de reducir la probabilidad de enfermedades o infecciones.
Platicamos con Coral Casarín, psicóloga especialista en desarrollo infantil de Proyecto DEI, un modelo activo en México y el extranjero, con lo último en neurociencias e innovación pedagógica para formar personas con habilidades físicas, intelectuales y emocionales; nos compartió paso a paso cómo enseñar la fórmula de máxima higiene al momento de limpiarse después de ir al baño, teniendo como aliados el papel higiénico seco y el papel higiénico húmedo de Regio® con los que los niños y adultos podrán seguir una sencilla rutina de dos pasos: con el papel seco remover y con el papel húmedo limpiar:
1. Presentar a los niños los productos que vamos a usar
Enseñarles tanto el papel higiénico seco como el papel higiénico húmedo para que los conozcan, relacionen y comprendan la función de cada uno
2. Motivar la participación de los pequeños durante el proceso
Qué ellos sean quienes tomen el papel seco y el papel húmedo para seguir la rutina. Esto les permitirá tener el control y sentirse seguros al hacerlo.
3. Convertir la rutina de limpieza en juego y aprendizaje
Toma algunos minutos para preguntarle a tu hijo ¿qué necesitamos para limpiarnos después de ir al baño? Espera a que él o ella responda, papel higiénico seco y papel higiénico húmedo. Después pregunta ¿qué vamos a hacer primero; qué después y qué al último?, a la vez que compartes le compartes la rutina: primero removemos con el papel seco, luego limpiamos con el papel húmedo y lo desechamos en el escusado. Al proceso puedes sumarle alguna canción que inventen en conjunto y que haga más dinámico el momento.
Todo esto hará que sea una actividad mucho más amable y divertida; la diversión y el juego, modelan hábitos y comportamientos. Además, siempre incentivar la autosuficiencia para que los pequeños sepan que son capaces de hacerlo solos.
Pero la enseñanza de un hábito no queda ahí, Coral Morfín nos comenta que es importante considerar una etapa de reforzamiento, por ejemplo, usar la repetición como herramienta clave: los niños y niñas pequeñas necesitan de la repetición constante, en esta edad el autocontrol es pobre y el impulso es enorme. Los niños requieren de un adulto sensible y cariñoso, que tenga la capacidad de conectarse con sus necesidades y le ayude a edificar la autorregulación. La creación de una rutina ayuda mucho a lograr un correcto aprendizaje.
Y, por último, no podemos dejar a un lado el reconocimiento, es sumamente importante reconocer el esfuerzo de los pequeños al momento de llevar a cabo el hábito; éste los dotará un sentimiento de confianza y seguridad y de esta forma les será más fácil relacionar el hábito con beneficios directos a su autocuidado y autosuficiencia.
Estos consejos te ayudarán a que el proceso sea más fácil para ti y para tu hijo o hija. Acompáñalos en estos sencillos pasos hasta que puedan hacerlo solos y logren una rutina de máxima higiene en dos pasos.