Que las parejas peleemos es algo común, la mayoría de las discusiones surgen debido a la convivencia diaria, a la intimidad por lo que no es extraño que la diferencia de opiniones provoque fricciones y malos entendidos. Las discusiones se dan por diversos factores como problemas de dinero, familiares, de personalidad o mala comunicación. Sin embargo, un simple diálogo puede llegar a convertirse en una interminable pelea debido a errores que cometemos durante la discusión.
Las parejas discutimos de forma recurrente, gran parte nos dedicamos a hablar de cosas que no queremos hablar con lo cual se desgasta la relación, las emociones se desbordan y terminamos haciendo o diciendo cosas que ocasionan confrontaciones con la pareja. A continuación, señalamos algunos errores que solemos cometer cuando peleamos con la pareja.
Discutir por cosas del pasado. Esto es muy común y algunas parejas al momento de entablar una discusión aluden al pasado a lo que sucedió o a los errores que el otro cometió, a cosas que no se dijeron en el momento o asuntos que no se han logrado superar y perdonar y que acumulan resentimiento.
Querer tener siempre la razón. Se trata de una manifestación de un tipo de personalidad determinada, de un ego enorme por tratar de demostrar que se tiene la razón, las personas que siempre creen tener la razón no escuchan ni valoran lo que el otro pueda decir. En la pareja o se acepta esta imposición cediendo y dejándose dominar por la personalidad del otro o se revela contra lo que se le imponga, lo que provocará tensión y fuertes discusiones que deteriorarán la relación.
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Tratar de convencer al otro de que él es el que está equivocado.
Tener en la mente la idea de pelea. Es muy frecuente que cuando surge una discusión con la pareja, llegamos con la idea de que tenemos que ganar ese round y llevarnos la victoria defendiendo nuestra opinión a toda costa, sin detenernos a pensar que el otro también defenderá la suya, tenga o no la razón. Con esta actitud le estamos negando la oportunidad de expresar su punto de vista, aunque no sea comprendido y de conocer más sobre él.
Poner al otro a la defensiva. Muchas veces comenzamos una discusión culpando al otro, con lo que seguramente se sentirá atacado y estará a la defensiva.
Criticar o juzgar. Comenzar la discusión criticando a la pareja por algo que a nuestro parecer hizo mal o porque no ayuda en las tareas de la casa, por ejemplo, decirle “nunca me ayudas”.
Es importante saber manejar nuestras emociones. Las parejas debemos aprender a resolver nuestras diferencias para poder llegar a acuerdos, haciéndole saber al otro lo que nos gusta o no y también escuchar sus inquietudes. Esta práctica puede ayudar a construir confianza y acercamiento hacia el otro. Aprender a discutir de una manera sana, podría evitar que las pelas lleguen a ser una forma de comunicación que termine dañando la relación haciéndola más distante.
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