Porqué no etiquetar a los niños

by / Comentarios desactivados en Porqué no etiquetar a los niños / 15 febrero, 2021

Hay ocasiones en que nuestro desespere o hasta nuestra ignorancia, hace que etiquetemos a los niños y esto puede ser desde “apúrate eres muy lento”, “no seas tonto”, “es que eres muy despistado”, “eres malo”, “tímido”, etctal vez esto pueda mejorar comportamientos que a los adultos nos les parecen correctas, pero la realidad que con estas etiquetas sólo se consigue que los pequeños crean que realmente son así y que su autoestima se vea gravemente perjudicada.

Muchos adultos etiquetan a los niños porque se sienten incómodos con el comportamiento o actitudes de los pequeños. Cuando las etiquetas son positivas y realzamos aspectos positivos de una persona “es un líder”“es buen observador” o “es muy tenaz”, es mucho mejor para el buen desarrollo de los niños que decir cosas como: “es malo”“es un pesado” o “es muy terca”, ¿no crees? Pero hay que tener cuidado con lo que le decimos a los críos, porque ellos se convertirán en lo que se dice que son. Si quieres que tu hijo sea brillante deberás decirle que lo es, en cambio si quieres que no se comporte de mala manera, pero le dices: “eres un niño malo o eres un niño flojo”, ¿qué crees que puede estar entendiendo?

Un niño que se comporta mal, no es un niño malo, es un niño que necesita atención para saber el por qué de su comportamiento, quizá tenga algún problema emocional que deba solucionar. Un niño al que le gusta estar solo no tiene que ser raro, simplemente puede ser introvertido y le gusta disfrutar de la soledad. Si una niña quiere conseguir las cosas por sí misma sin ayuda no tiene que ser terca, puede ser simplemente tenaz… y así podríamos seguir con mil ejemplos más.

Imagen de guiainfantil.com

Las etiquetas negativas pueden condicionar a los niños, pero tanto las negativas como las positivas. Aun niño que le cuestan las matemáticas, él sabe que le cuesta y no le puedes decir que es brillante en eso (etiqueta positiva) sólo porque quieras que lo sea, él sabe que no es así, estarías haciendo una etiqueta equivocada. Pero sí necesitará motivación y puedes decirle que es capaz, que tiene fuerza de voluntad y que tiene una capacidad intelectual brillante para poder entender las matemáticas, de esta manera se impulsa a que realmente quiera hacerlo.

Cuando se etiquetan a los niños estás reduciendo toda su persona a una o dos palabras y por esto nunca serán una buena opción. Las etiquetas tienen consecuencias y peligros:

  • Ponen en relieve las características negativas de un niño y el niño se cree que es así realmente.
  • Las etiquetas no ayudan a que los niños cambien y crezcan. Si un niño es etiquetado como “el payaso de la clase” o “el mejor atleta” siempre sentirá que es así.
  • Las etiquetas no ayudan a solucionar los problemas que puedan haber.
  • Una etiqueta puede estar equivocada y ser cruel.
  • Una etiqueta no tiene en cuenta las cosas que son realmente importantes.

Las etiquetas son muy poderosas y los niños responden a las expectativas que los adultos depositan en ellos. Si los adultos esperan que lo hagan bien y se confía en ellos, lo hacen. Si no se confía en los niños y no esperan realmente que lo hagan bien, no lo hacen. Es necesario que los adultos sean cautelosos con el uso de las etiquetas, hay que usarlas con moderación, conocimiento… ¡y mucho cuidado!

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