El día de hoy les mostraremos como hacer tres experimentos caseros y lo mejor de todo es que son amigables con el medio ambiente. Con ellos pasarás un momento muy agradable con tus hijos en el cual también aprenderán mientras se divierten.
Hay un gran número de experimentos caseros para niños y niñas que podemos llevar a cabo junto a nuestros pequeños para acercarles a la ciencia y a los fenómenos físicos y químicos.
1. ¡El poder del jabón!
Mediante la tensión superficial vamos a enseñar a los niños cómo pueden impulsar un bote y hacerlo navegar. Será necesario: una tarjeta como las del metro o parecida, tijeras, un recipiente lleno de agua y detergente líquido.
Deben recorta la tarjeta en forma de bote; también puedes hacerlo con trozo de cartulina que te sobre: 5 cm de largo, 3 de ancho y un corte cuadrado en la popa de la embarcación de 1×1 cm.
Colocaremos nuestro barco en el recipiente con agua.
¡Echa un poco de detergente en la parte de atrás del bote!
¿Qué sucedió? Verán que el bote avanza a toda velocidad. Esto debido a que al echar el jabón se rompe la organización de las moléculas del agua, creando una delgada capa fuerte y flexible en la superficie conocida como tensión superficial. ¡Es el mismo fenómeno que utilizan los zapateros y algunos mosquitos para caminar por encima del agua!
2. Agua y aceite
Para este experimento utilizaremos un cuentagotas, un vaso de agua, un poco de aceite de cocina, un vaso desechable de papel y alcohol etílico.
Llenaremos los vasos con agua. Luego con el cuentagotas tomaremos algunas gotas de alcohol y las dejaremos caer dentro de la superficie del agua.
A continuación, dejaremos caer algo de aceite en el otro vaso (desechable).
¿Qué pasó? A diferencia del aceite, las moléculas de agua y alcohol se atraen entre sí, por lo que una vez vertidos, se aseguran a la molécula de agua más cercana y forman una solución. Por el contrario, el aceite y el agua no se atraen: todo lo contrario. El aceite empujará las moléculas de agua y formará burbujas hacia la superficie; ¿y por qué ocurre esto último? Por la presión del agua que es superior a la del aceite, y así las burbujas de aceite son presionadas a la superficie.
3. La bolsa de té voladora
Para este último experimento solo necesitaremos una bolsa de té y un encendedor. Vaciaremos el té encima de una superficie ignífuga y colocaremos la bolsa de té encima.
Con ayuda de un encendedor prenderemos la bolsa desde arriba y esperaremos.
Cuando la llama llegue hacia el final de la bolsita ¡ésta volará!
¿Qué ocurrió?
La llama consume el cilindro de arriba abajo y el aire caliente se acumula dentro. Una vez llega al fondo del cilindro, las moléculas calientes del aire son menos densas y empujan hacia arriba el cilindro, donde están las moléculas más frías y densas. ¿Y por qué no sale volando antes? Pues porque no tiene tanta fuerza y solo puede “levantar” cuerpos muy ligeros.
Con estos experimentos esperamos que se diviertan y aprendan en familia mientras cuidan el ambiente.