Como papás deseamos lo menor para nuestros críos, forjarles fuerza mental desde nuestro ejemplo los ayudará a enfrentar los desafíos de una manera productiva y adquirir resiliencia para alcanzar una vida plena. Lograr que los críos sean mentalmente fuertes no es tarea fácil, pues nuestro comportamiento es para ellos, un modelo a seguir y puede influir en su desarrollo emocional. Aquí te contamos qué no hacer si eres un papá mentalmente fuerte.
- Mentalidad de víctima. Es aconsejable evitar fomentarle mentalidad de víctima. Un niño que se enfoca en lo negativo, todo lo vera mal y hasta las cosas positivas las malinterpretará. Una manera de ayudarlo es dejarle ver nuestro lado positivo, que sepa que las adversidades son parte de la vida y que tiene la opción de afrontarlas de otras formas y que además puede sacar algo bueno de ellas.
- Ceder a la culpa. Los sentimientos de culpa al ceder al capricho del niño cuando se le ha dicho que no, puede exponerlo a ser manipulado por otros. Se le puede enseñar a no sentir culpa si decide decir no, ante una situación de chantaje.
- Hacerle creer que es el centro del universo. Hacer creer a nuestro crío que todo gira alrededor de él puede ser un error, ya que al convivir con otros niños pensará que los demás deberán tratarlo de esa manera. Se le puede enseñar a concentrarse en lo que puede ofrecer al mundo, en lugar de lo que puede esperar de él.
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- Permitir que el miedo dicte sus elecciones. Sobreprotegerlo para evitar algún peligro o que sufra, puede frenar su desarrollo. Se le puede enseñar a nuestro hijo que la mejor forma de vencer el miedo, es enfrentarlo.
- Darle el poder sobre nuestra vida. Darle poder de decisión sobre la familia como dónde vacacionar o qué comer, no es recomendable ni saludable para nuestro hijo pues le resta fuerza mental, ya que al convertirlo en un igual podría no comprender sobre la jerarquía familiar.
- Esperar que sea perfecto. Un papá mentalmente fuerte enseñará a su hijo que el equivocarse no está mal y que es normal que no sea tan bueno en todo lo que hace, y que además puede mejorar al volver a intentarlo.
- Evitar que sea responsable. Que los niños realicen tares propias a su edad es saludable, pero tratar de hacer las cosas por ellos puede ser contraproducente. Enseñar a nuestros críos a ser responsables, les creará fuerza mental para convertirse en ciudadanos responsables.
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- Proteger a nuestro hijo del dolor. Dejar que los niños experimenten el dolor los ayudara para desarrollar la tolerancia a las molestias. Los papás podemos enseñarles cómo lidiar con el dolor y para que puedan manejar las dificultades de la vida.
- Sentirnos responsables de sus emociones. Es recomendable enseñarle a manejar sus propias emociones, para que no tenga que depender que otra persona lo haga por ellos.
- Evitar que comenta errores. Dejar que los críos se equivoquen para que aprendan de sus errores. No es sano estarles recordando que deben hacer sus tareas, se les puede indicar cómo hacerlas, pero después dejar que las hagan solos, para que puedan asumir las consecuencias de sus acciones.
- Confundir disciplina con castigo. Son cosas diferentes, el castigo es hacer que nuestro hijo sufra por sus acciones, la disciplina es enseñarle cómo hacer mejor las cosas para el futuro. La autodisciplina le ayudará a tomar mejores decisiones para el futuro.
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- Tomar atajos para evitar molestias. Ceder ante las quejas o el llanto de los críos para evitarnos las molestias, es un hábito poco saludable para ellos. Se requiere de fuerza mental para aguantar las molestias.
- Perder de vista los valores. Ante la vida agitada que llevamos, muchos padres estamos olvidando inculcarles valores a nuestros críos. Es importante fomentar los valores en la familia y vivir de acuerdo a ellos.
Basado en la obra de Amy Morin.
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