Este tema de que si a nuestros hijos les da miedo de ir a la escuela, a veces nos preocupa mucho, pero tenemos que empezar diciendo, que el que haya niños que no quieren ir a la escuela es algo normal, a algunos críos, les cuesta trabajo enfrentarse a la rutina de la escuela.
Para los niños el cambio de estar en casa a acudir al colegio es muy importante, pues en la mayoría de los casos, esto los hace sentir mayores, y aun más, ellos notan que para nosotros ya no son los bebés a los que teníamos que proteger en todo momento. Este puede ser uno de los motivos por los que el niño sea reacio a asistir al colegio y muestre miedo. Lo que conocemos como el síndrome de Peter Pan: el niño no quiere hacerse mayor.
El miedo de ir a la escuela en niños sobre todo pequeños, puede ser por varias causas:
- Perder los privilegios que tenía el niño por ser un bebé no es fácil para ellos, sin embargo, esto lo podemos solucionar platicando con ellos y hacer ver que crecer no es malo, al contrario, que puede tener beneficios y decirle alguno de ellos. Esto les encanta y les ayuda mucho.
- El apego, este es bueno para los niños, ya que necesitan a sus padres, pero también es importante que los vayamos soltando para que ellos aprendan a hacer sus cosas por si solos y ver que son capaces, esto les dará seguridad de ver que pueden contar con nosotros sin necesidad de estar pegados a ellos y de darse cuenta que pueden hacerlo.
- Exigencia, si tu hijo está más grande, muchas veces suele darse cuenta que en primaria por ejemplo, el nivel de exigencia es un poco más alto y por ende es más trabajo, esto muchas veces les asusta porque se sienten inseguros ante cosas nuevas, sin embargo tenemos que seguirlos alentando a que es parte del crecimiento y que son capaces de lograrlo, obviamente a sabiendas de que vas a estar cerca cuando te necesite.
Si ya ubicaste que estos son los miedos que puede tener, te damos las siguientes recomendaciones:
- La guardería es una buena opción para los niños que no están acostumbrados a tratar con otros niños y que justo están muy apegados a sus papás, pues reciben la atención suficiente sin ser el centro de atención y se van acostumbrando a ver a otros niños, a compartir y a darse cuenta que poco a poco pueden ir haciendo cosas por si solos.
- A veces el periodo de adaptación es un poco latoso, no cedas a chanjates y llantos, esto es normal, ten paciencia, siempre explícale que vas a regresar, que está en un lugar seguro y que va a conocer más niños y jugar mucho, de esta forma él puede ir entendiendo.
- Si ha tenido una mala experiencia no quiere ir, es muy importante hablar con la profesora lo antes posible. Sólo ella nos puede dar un punto de vista que nunca tendremos de otra forma. El trabajo tiene que ser conjunto para conseguir conocer los motivos que están produciéndolo, y así poder atacar la raíz del problema.
- Si el niño no quiere ir al colegio tras las vacaciones, hay que ser comprensivo, es algo muy normal. Después de haber pasado una temporada con un cambio de rutina, a cualquiera le cuesta volver al trabajo. La recomendación es que una semana antes retomes horarios para que no cueste tanto trabajo y les recuerdes que quedan pocos días para volver, de esta manera no les cae tan de sorpresa.
- Habla con ellos todo el tiempo, pregúntales qué les da miedo y trata de ser lo más empática posible, es decir que si te dice que no le gusta la maestra, que no entiende lo que están viendo, que algún compañero lo molesta, escucha por qué y trata de que vea que estás interesado, no le des el avión o que no parezca que no te importa y siéntate con él, explícale lo que no entienda, habla con la maestra si lo molestan, es decir, dale seguimiento para que vea que te interesa, más vale que sobre y no que no te enteres, siempre cualquier cosa que para ellos es importante, se tienen que sentir acompañados, ojo, sin caer en el resolverles las cosas, puedes investigar pero si hay cosas que ellos tienen que resolver, ayuda a que ellos lo hagan, que se sientan acompañados sin resolverles.