El ronquido es un sonido fuerte provocado por la interrupción del flujo del aire hacia los pulmones y se producen durante el sueño, afecta a adultos y también a muchos bebés y niños.
El ronquido se asocia al resfriado o las alergias, pero si después de que se haya limpiado la nariz del niño persiste la molestia hay que preocuparse, pues podría ser un indicio de que se trata de apnea obstructiva del sueño (SAHS), trastorno en el que las vías respiratorias se encuentran parcialmente obstruidas dificultando la respiración.
Si un niño ronca más de tres días a la semana, es un roncador habitual. Los niños que roncan, con mucha frecuencia sufren terrores nocturnos y pesadillas y como no duermen bien, durante el día se sienten somnolientos y de mal humor, esto afecta su rendimiento escolar, su comportamiento y sus relaciones sociales.
Algunos factores de riesgo o posibles causas, que favorecen el desarrollo del síndrome de apnea del sueño en los niños pueden ser, la presencia de adenoides (vegetaciones nasales) o amígdalas agrandadas lo que bloque el flujo del aire, mandíbula pequeña, una lengua grande (al retroceder puede bloquear la vía respiratoria), parálisis cerebral infantil, obesidad, entre otras.
Los síntomas que indican si un niño tiene apnea del sueño son: que al dormir puede presentar ronquidos ruidosos, emite sonidos de asfixia que empeoran si el niño se acuesta boca arriba, se escuchan pausas en la respiración restaurándose ésta con un resoplido, se le dificulta respirar por la nariz por lo tanto mantiene la boca abierta, se despierta con frecuencia y duerme mal.
Por otra parte, si no se recibe tratamiento para contrarrestar los efectos de este trastorno, las consecuencias pueden afectar seriamente la calidad de vida del niño, y pueden ser muchas: como riesgo de tener problemas de conducta, de aprendizaje y crecimiento, regulación emocional, cardiovasculares o endocrinos, hiperactividad y otros.
La apnea obstructiva del sueño puede tratarse de varias formas, con la pérdida de peso bajo control médico, cambiar de posición para dormir de costado, o consultar con el pediatra si se cree se deba a alergia nasal; en resumen, se recomienda acudir con el médico si el niño presenta algunos de los síntomas para que determine el tratamiento adecuado.