Sentirse apenado, frustrado e inseguro para hablar en público o inclusive con sus propios padres y amigos, suele ser una de las principales afectaciones que un niño con problemas de habla puede enfrentar a su corta edad.
Y es que aproximadamente el 1% de la población a nivel mundial es propensa a padecer tartamudez entre los dos y cuatro años. Se sabe que es más frecuente en niños que en niñas, en una relación de 2 a 1. Incluso, alrededor del 8% de los niños en edad preescolar presentan este problema¹.
Pero ¿Qué es la tartamudez y cuáles son sus tipos?
La tartamudez o disfemia se define como la falta de fluidez en la emisión de las palabras, así como en la organización temporal del habla, que puede autolimitarse de manera espontánea o convertirse en un trastorno. De acuerdo con el Manual Diagnóstico y Estadístico de los trastornos mentales (DSM), se denomina trastorno cuando las habilidades del lenguaje esperadas no son acordes a la edad del niño, no es explicado por alguna patología del sistema nervioso central y además persiste a través del tiempo. Esto se da por un desarrollo atípico de la planeación motora y de las vías de ejecución del habla², ³.
Según expertos, el 80% con tartamudez transitoria normal o típica se recuperará en seis meses o menos con o sin tratamiento. La tartamudez típica se caracteriza porque existe ausencia de tensión o esfuerzo físico mientras hablan, no existen conductas anormales como una reacción negativa o de frustración y generalmente hay ausencia de historia familiar de tartamudez¹.
El 20% de los niños con un trastorno de moderado a severo necesitan ser identificados tempranamente y ayudarlos a recuperarse. Regularmente, los niños en esta fase presentan datos de repetición de sonidos o sílabas, prolongación de sonidos, bloqueo audible de palabras o esfuerzo físico y tensión al hablar, tics asociados como parpadeo, golpeteo de manos, sonidos guturales, reacción negativa o frustración; así como un antecedente de historia familiar de disfluencia y una duración mayor a seis meses¹.
La tartamudez es posible que se asocie a otros trastornos del neurodesarrollo; como el trastorno por déficit de atención e hiperactividad/impulsividad o retraso del lenguaje de tipo fonológico.
¿Qué lo causa?
No existe una causa en específico, pero se asocia a dos factores: herencia y conexiones neuronales anómalas.
Herencia
Se ha observado que existen núcleos familiares con historia de tartamudez por generaciones. La familia comparte genes y ambiente. Sin embargo, no existe evidencia suficiente para relacionar algún gen como causa única. Incluso se sabe que los gemelos monocigóticos o idénticos, con exactamente la misma información genética, presentaran tartamudeo ambos en tan solo 50-60% de los casos. Con esto podemos decir que los niños no nacen programados para presentar este trastorno del habla. La información actual dice que el ambiente en combinación con la genética es importante para tener predisposición para la tartamudez¹,.
Conexiones neuronales
Se ha identificado existen patrones de conexión neuronal anormal en los niños de tres a cinco años que presentan tartamudeo. Los niños con tartamudez a los cuatro y cinco años presentan características motoras del habla inmaduras, así como inmadurez de la coordinación motora en comparación a los niños que tienen una fluencia normal del lenguaje¹,.
¿Qué puedo hacer?
La Dra. Beatriz Romo, médico cirujano con especialidad en pediatría y experta de la plataforma Abrazando su Desarrollo, recomienda ayudar al pequeño reduciendo los factores de estrés en la comunicación, es decir, no forzarlo a emitir oraciones que se le dificulten, decirle que no pasa nada si de pronto se traba, o incluso no darle importancia si no es algo que le estrese. Ser paciente cuando intenta decir algo, permitirle que termine sus frases, no interrumpir ni apurarlo. También puedes con el ejemplo mostrarle que puede hablar más lento, haciéndolo tú mismo¹, 5.
A continuación, algunos puntos que debes tomar en cuenta para identificar cuándo es adecuado buscar ayuda de un profesional:
- Cuando su tartamudeo ha durado más de 6 meses
- Al presentar un inicio tardío: después de los 3 años y medio
- Al incrementar la frecuencia del tartamudeo
- Si existe una historia familiar de tartamudeo
- En caso de tener algún otro trastorno del habla o lenguaje
- Cuando hace un esfuerzo por hablar
- Si existen preocupaciones de tu parte o algún otro miembro de la familia.
En caso de que tu pequeño ya presente tartamudez es aconsejable buscar ayuda de un experto en lenguaje. Además de identificar junto con el experto si coexisten algunos otros trastornos de neurodesarrollo de tipo motor y así recibir una terapia temprana y adecuada.
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¹ Smith A., Weber C. (2017) How Stuttering Develops: The Multifactorial Dynamic Pathways Theory Journal of Speech, Language, and Hearing Research 60; 2483-2505
² Josep Artigas-Pallares (2011) Trastornos del neurodesarrollo. Conceptos Básicos, Viguera Editores.
³ Smith A., Weber C., (2016) Childhood Stuttering- Where are we and Where are we going? Semin Speech Lang. 37(40): 291-297.
Chang S.E., Garnett E.O., Etchell A. Ming Chow H., (2018) Functional and Neuroanatomical Bases of Developmental Stuttering: Current Insights. The Neuroscientist. pp 1-17
5 Perez H., Stoeckle J., (2016) Stuttering Clinical and research update. Can Fam Physician 62;479-84.
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