Cómo impactan los gritos en tus hijos

by / Comentarios desactivados en Cómo impactan los gritos en tus hijos / 26 junio, 2019

Hace algunos años era muy común gritarles a los niños y darles unas nalgadas, ya que se decía que era una forma correctiva y que gracias a esto no estábamos tan mal educados, sin embargo, hoy en día una investigación de la Universidad de Nueva York y que se publicó en Current Biology concluyó que “El grito tiene una propiedad sonora única. Nada produce un énfasis similar. Porque impacta y activa el centro neuronal del miedo, que está en la amígdala”. Otra investigación, realizada conjuntamente por las universidades de Pittsburg y Michigan, publicada en Child Development, determinó que “los efectos de esta violencia verbal provocan problemas de conducta en los menores, como discusiones y peleas con compañeros, dificultades en el rendimiento escolar, mentiras a los padres, síntomas de tristeza repentina y depresión”. Otro estudio, este publicado por Harvard,señala que “los gritos, el maltrato verbal y la humillación o la combinación de los tres elementos alteran de forma permanente la estructura cerebral infantil”.

Un artículo de El País, en conjunto con expertos nos comparten algunos pasos para evitar gritarles a los críos.

 

  1. Comprende que gritarle realmente daña a tu hijo; esa misma toma de conciencia te hará dar los primeros pasos, sencillamente porque los quieres, porque cada vez que tengas ganas de gritarles, respira profundo y recuerda que no es el camino.
  2. Obsérvate. Si estás alerta de ti y te das cuenta de que la rabia empieza a apoderarse, utiliza algo que te haga regresar a la calma como respirar, apartarte por un momento, meterte al baño y gritar, distraerte, lo que sea que haga que te lleve a tener este hábito y te ayude a estar más tranquilo.
  3. Si ves que no vas a conseguir la calma, retírate y delega en otra persona la resolución de la situación, informando de que volverás cuando estés más tranquilo.
  4. Aunque leas estos consejos y pruebes a ponerlos en práctica, es posible que un día grites a tu hijo, de ser así perdónate, dile que lo sientes, y dile que le has gritado porque estabas muy enfadado y que intentarás no volver a hacerlo.
  5. Comunicación. Es importante que tu hijo sepa lo que pasa, cuando tengas un momento con calma, regresa a él y dile qué fue lo que te hizo enojarte, explícale porque es importante que no haga lo que hizo, como ponerlo en riesgo a él o alguien más. Ellos entienden más de lo que imaginas.

Ser papás no es fácil, pasamos muchos días intentando darles lo mejor y hay días en que uno está cansado, molesto, triste o simplemente no estamos de humor y detalles que ellos hacen, nos sacan de nuestro centro. Pero si intentamos poco a poco ir cambiando el hábito de gritar o golpear, ellos van a modificar su comportamiento y verás que cada vez será menos los momentos donde quieras hacerlo.

Si vez que por más ganas que le echas te sigue costando trabajo, busca a un especialista que te pueda ir guiando en el camino.