Este término está últimamente muy de moda y se ha puesto más ahora que vivimos en el estrés, en el ajetreo y mucho más en un año de pandemia donde nos sentimos más frágiles, estresados y vulnerables.
El mindfulness es en resumen prestar atención de manera consciente a la experiencia del momento presente con interés, curiosidad y aceptación.
Entre padres ocupados, estresados y todos los estímulos que los niños reciben todos los días, es importante enseñarles a regresar a la paz, al aquí y el ahora, y alguno de los beneficios que tiene practicar el mindfulness en ellos son:
- mejora la capacidad de atención
- aumenta la capacidad emocional
- incrementa al capacidad de tomar decisiones
- aprenden a frenar su mente mejorando su autocontrol
- aumenta sus capacidades de resiliencia
Ya sabemos que es muy beneficioso pero ¿qué actividades de Atención Plena o mindfulness puedo hacer con niños?.
Hay numerosas meditaciones guiadas para niños, ejercicios de atención para niños o libros de mindfulness infantil, pero podemos comenzar con estos:
- Escuchar el silencio. Podemos empezar poniendo la atención en lo que escuchan. Puedes usar cualquier instrumento que tenga mucha vibración como una campana, la clave es que tarde en dejarse de oír. Si no tienes, puedes usar alguna aplicación móvil o un audio grabado.Explícales que vas a hacer un sonido y que debe escuchar cuidadosamente hasta que se deje de oír (suele ser entre 30 segundos y un minuto). El efecto suele ser calmante y a la vez es una forma divertida de entrenar la atención.
- Muévelos. Propón a los niños que salten durante un minuto, luego pídeles que se sienten, con los ojos cerrados con las manos en el pecho para sentir su corazón y su respiración. Pregúntales qué han notado en sus cuerpos durante esta técnica, puedes aprovechar para explicarles cómo el movimiento les puede ayudar a cambiar su estado de ánimo por ejemplo cuándo están tristes o enfadados.Esta actividad ayuda a tomar consciencia de las sensaciones corporales que es muy útil para ayudarles a gestionar sus emociones.
- La respiración de la abeja. Este ejercicio tomado del yoga está muy bien para calmarse y ayudar a los niños a centrarse en su respiración. Consiste en taparse las orejas con los dedos índice, cerrar los ojos e imitar el sonido de las abejas… MMMMMMMMMMM.
Este ejercicio de control de la respiración invita a la interiorización y es un recurso fantástico para practicarlo juntos y calmar los ánimos.
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- Compañero de respiración. Cuando son muy pequeños, muchas veces no entienden el hecho de hacerse consciente de su respiración, entonces te proponemos que le pidas a tu crío que se recueste boca arriba con su peluche o juguete preferido encima de su pancita y propón que se fije en cómo sube y baja, a la vez que él inhala y exhala. Para ayudarle a controlar su respiración le puedes decir que haga que el peluche se mueva más despacio respirando más lenta y profundamente, como si quisiera mecerlo.De este modo, el niño va tomando consciencia de su respiración y del control que puede ejercer sobre ella y dándose cuenta de cómo se siente en función de cómo es su respiración. También activarás en el la compasión y el cuidado hacia su peluche, que seguramente al final del ejercicio habrá acabado dormido.
- Aceptar las emociones que sientes. Es muy común decirles a los niños «no llores», «no te enfades« y eso es lo opuesto a aceptar sus emociones. De este modo, poco a poco, van aprendiendo a negarlas, desconectándose de ellas y percibiéndolas como buenas o malas en función de la atención, la aprobación o el rechazo que reciben hacia ellos de su entorno.Los niños viven las emociones muy intensamente, así como tienen la facilidad para pasar de una a otra sin engancharse a ellas. Los niños dominan la atención plena y esas emociones que sienten: miedo, alegría, frustración, ira, ya que para ellos son muy reales e intensas. La mejor respuesta ante ellas es validar sus emociones, ponerles nombre y estar presentes a su lado. Hazles saber que comprendes su tristeza o enfado. Así irán aceptando y reconociendo todas sus emociones, sin juicios y desde el presente.También les ayuda a esa toma de consciencia ver la utilidad (¿para qué?) y el origen de esas emociones. Puedes hacerles preguntas como ¿de dónde viene esa tristeza? ¿cómo se siente tu cuerpo y en dónde sientes esa emoción? ¿para qué te sirve esa tristeza?. Esto les ayuda a reflexionar sobre lo que sienten y cómo lo sienten.
- Ser agradecidos. La gratitud es otra componente del mindfulness muy importante. Podemos ayudar a los niños a ser agradecidos y poner el foco en todo lo que tienen en vez de en lo que desean.Elige un momento, intenta se siempre sea el mismo y crea un ritual bonito de agradecimiento para que los niños pongan atención en todo lo bueno que tienen y repetirlo. Por ejemplo, por haber comido bien y saludable durante el día, por tener un techo, por tener salud, porque pudieron estar juntos en el día o jugando, entonces eso implica que hay salud, etc.
También puedes leer http://sermujermamaymuchomas.com/2018/01/15/la-importancia-del-agradecimiento/
Más adelante te daremos más técnicas, ahora puedes empezar con éstas e ir observando cómo tus críos van sintiéndose y expresándose.
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