¿No les ha pasado que hay ocasiones en que se preguntan por qué decidieron ser mamás, si lo están haciendo bien o si pusieran rewind si lo volverían a hacer? Y sí, si lo decimos en voz alta seguramente alguien por ahí nos lincha o nos ve con cara de ¿por qué a esta señora el cielo le dio la oportunidad de ser madre? Pero en serio mamá seamos súper honestas, TODAS hemos tenido momentos en donde queremos salir corriendo, en donde nos preguntamos todo el tiempo qué hicimos o si lo estás haciendo bien, o pedimos a gritos 5 minutos de (mamá, mamá, mamá, mamá…)
¿Les digo algo? Respiremos, no tiene NADAAAA de malo sentirlo, porque además siempre regresamos a las mismas respuestas, sí, sí volvería a ser mamá en esta y otras vidas, sí, si me pregunto si lo estoy haciendo bien, pero también cuando lo veo sonreír, cuando me cuentan cosas maravillosas que hacen o dicen, digo, palomita, hay cosas que sí hago bien y otras en donde estoy en aprendizajes, porque no, no venían con instructivo y pues hay que ir buscando en el camino cuáles son las mejores herramientas para ellos, pero también para que nosotras sepamos usarlas y justo estas herramientas no son iguales en todos, hay mamás que les funcionan unas cosas y otras otras y no por eso unas son mejores que otras.
A mí, me gusta ver a mis hijos y darme cuenta que desde que me convertí en mamá soy más observadora en mi hacer, en mi hablar y en mi pensar, antes podía explotar en el tráfico y aventar una grosería la cual obviamente nadie escuchaba, pero hoy, ya no, porque hay dos personitas que escuchan y que una no repite, hasta me regaña, pero el otro, se da vuelo si me escucha y dice ¿por qué yo no puedo decirla y tú sí? Jaja
Quiero decirles desde mi experiencia, que sentirnos malas madres, culpables por haberles gritado, cuestionarnos si las estamos haciendo bien, querernos encerrar en el baño para darnos 5 minutos o querer que sus abuelos se los lleven un fin y luego extrañarlos a la media hora, no tiene nada de malo, es un sentir normal, porque ser mamá es caóticamente maravilloso, vivimos a mil, con un millón de sentimientos encontrados, pero también ese amor y ese aprendizaje donde nos hacen trabajar para sacar lo mejor de nosotros todos los días, no los cambiamos por nada cierto?
Mamás, ser honestas con nosotros, nos ayuda de manera inconsciente o consciente a enseñarles que está bien sentirse así, y además nos ayuda a quitarnos pesos enormes que “la sociedad dice”
Seamos mamás felices, para tener una familia feliz.