La importancia de trabajar nuestras heridas como padres

by / Comentarios desactivados en La importancia de trabajar nuestras heridas como padres / 12 octubre, 2020

Cuando nosotros éramos pequeños, por lo general, nuestros padres no se cuestionaban si lo estaban haciendo mal o no, simplemente actuaban y creían que era lo correcto.

Hoy en día, afortunadamente tenemos más herramientas y podemos detenernos un poco y retomar el hecho de saber si vamos bien o podemos ir hacia otro lado.

Todos tenemos un pasado, y la idea no es juzgarlo, simplemente es importante abrazarlo y usarlo para saber si estamos usándolo para darles herramientas a los críos, o nos estamos atorando en esto y pasándoles parte de nuestras heridas.

La salud física es imprescindible para funcionar adecuadamente por el mundo y disfrutar de la vida, es cierto, pero la salud mental o la fortaleza psicológica no es menos importante. En cambio, muchas veces queda relegada a un segundo plano. Sin embargo, hay heridas emocionales que los padres podemos causar sobre los hijos.

Es por esto que hoy en día es importante empezar a trabajar en nosotros, vernos, abrazarnos y ver qué es lo que nos queda en el camino por trabajar, de esta manera, trabajamos en ellos y no les dejamos un legado de heridas innecesarias.

Lo mejor que todos nosotros como padres podemos hacer por nuestros tus hijos/as, es trabajar en TI. En sanar TÚ primero. Y sabes ¿por qué?

  1. A medida que trabajas en enriquecer y validar tu cajita de herramientas emocionales, le estás modelando esto a tus hijos/as también.
  2. A medida que practicas la auto-compasión contigo mismo/a, puedes mostrarle a tu hijo/a a ser compasivo/a consigo mismo/a también.
  3. Atender a TUS necesidades emocionales es un excelente modelo para que tus hijos/as entiendan que su mundo emocional es importante y válido.

Imagen de guiainfantil.com

El vínculo afectivo que establezcamos como padres a nuestros críos durante la infancia es sumamente importante, ya que es la base sobre la cual el niño comienza a construir su “yo”. Por ello, los comportamientos que como padres dirigimos y la relación afectiva que establezcamos con ellos, influye directamente en la manera en la que el niño se va a relacionar con otras personas en el futuro.

Pero, ¿qué puede originar en los niños heridas emocionales?

– Tener actitudes de rechazo hacia el niño: No aceptar al niños tal y como es. Y, en cambio, mostrar actitudes de rechazo hacia el niño o hacia algún aspecto de sí mismo. Un niño que se siente rechazado por sus padres es probable que durante la adolescencia y la adultez no tenga interés por establecer vínculos con otras personas y se muestre desinteresado. Es decir, seguramente evitará socializarse.

– No prestar suficiente atención o abandono emocional: Muchas veces como dijimos, el hecho de tener heridas puede llevar a que no respondamos a las necesidades afectivas de los niños. El niño puede sentirse abandonado. Muchas veces los padres podemos estar físicamente al lado del niño pero mostrarnos ausentes, sin prestarles atención o metidos en las redes o trabajo. Los niños pueden para como invisibles. Estos niños temen estar solos por lo que lo más probable es que se conviertan en adultos con conductas dependientes, es decir, que “necesiten” estar con otras personas para estar bien emocionalmente.

– Humillar al niño en privado y/o en público: Tener actitudes de humillación hacia el niño atenta de manera directa contra su dignidad. Ocasiona que se sienta ansioso, avergonzado e indefenso y, a su vez, favorece que el niño se valore a sí mismo de manera negativa y que adopte una actitud sumisa.

Lo ideal de todo esto es que tenemos la posibilidad de verlo, darnos cuenta y trabajarlo, para de esta manera intentar darles mejores herramientas y nosotros estar mejor, para esto, es fundamental buscar a expertos en la materia.

Imagen pricipal Elimartinezseruno.com