Mamás, seguramente muchas de nosotras no hemos inculcado a nuestros críos a que nombren correctamente sus partes íntimas, muchas veces por miedo o vergüenza les hemos enseñado a nombrarlas de otra manera ya sea para suavizar y que no suenen tan reales o porque nos parece gracioso decirles así y nuestros hijos han crecido llamando a sus partes íntimas de esa forma. Acostumbrar a los niños a nombrar a sus partes íntimas con otro nombre que no sea el que le corresponde, puede llegar a causarles confusión, a sentirse avergonzados de su cuerpo porque lo desconocen ¿cómo podrán llegar a quererlo y respetarlo?
Por eso es muy importante que les hablemos con claridad sobre el tema desde que nacen, pues de lo contrario podrían recibir información errónea de otros o incluso del internet, hay que señalarles y nombrar correctamente cada parte de su cuerpo, así cuando crezcan lo verán de una forma natural y no se crearán una idea vergonzosa de su cuerpo. Además de confundirlos, pueden correr el riesgo de que sean engañados por abusadores sexuales, un niño que sabe nombrar a su pene o vagina difícilmente podrá ser engañado pues podrá informar a sus padres de lo que sucede.
Son muchos los beneficios que nuestros críos recibirán si nosotras hacemos a un lado el miedo o la vergüenza que desarrollamos en torno a nombrar a los genitales por su nombre real y les enseñamos la manera correcta de referirse a ellos, que sepan siempre que los hombres tienen pene y las mujeres senos y vagina y que todos tenemos un ano, así sin rodeos, esto hará que sean seguros y aprendan a querer su cuerpo y a respetarlo, así como el de los demás.
Así, cuando tengamos alguna conversación con nuestros críos en donde esté involucrado el tema de sus partes privadas, ésta será una plática natural y fluida en donde ellos se podrán sentir cómodos para hablarnos de lo que les ocurre, porque cómo pretendemos ayudarlos a expresar lo que sienten o les pasa si a nosotras nos enseñaron que esas partes del cuerpo era un tema delicado y que no se podía hablar tan fácilmente sobre ello. ¿Cómo ayudarlos si alguien atentara en contra de su intimidad y abusara de ellos? ¿Cómo podemos ayudarlos si se llegaran a enfermar y no supieran decirle al médico en dónde les duele exactamente o sienten molestia?
Por eso mamás, es importante que sepan a temprana edad el nombre de cada una de las partes de su cuerpo, para que cuando entren en la pubertad puedan hablar y preguntar sin pena sobre los cambios que van teniendo y nosotras podamos orientarlos amorosamente. El nombrar correctamente sus genitales, les dará confianza en sí mismos.