Como cada año se acerca la noche de Halloween y los niños ya andan pensando de qué personaje se van a disfrazar para esa noche terrorífica y un buen maquillaje es esencial para complementar el atuendo. A continuación, te damos cuatro opciones de maquillajes sencillos que puedes hacer tú misma en casa con un poco de creatividad. Tus críos quedarán encantados.
Convierte a tu hija en una bruja. Este es un estilo clásico y muy fácil de realizar. Antes de comenzar asegúrate de que la piel de la niña esté bien hidratada para evitar irritar su piel. Necesitarás maquillaje color verde grisáceo y un lápiz y sombra de ojos color negro. En el rostro de tu pequeña, aplica una cantidad de maquillaje procurando difuminarlo muy bien hasta que obtengas un color pálido. Con el lápiz de color negro, pinta: alrededor de los ojos procurando difuminarlo, las cejas, los laterales de pómulos y nariz, y por último los labios.
Puede ser un Esqueleto. Este es otro de los maquillajes que les encantan a los niños para esa ocasión. Necesitarás pintura blanca y negra. Pinta de blanco toda la cara del niño, deja libre de pintura alrededor de los ojos y la boca, después con el color negro y para dar profundidad dibuja un cuadrado alrededor de los ojos y rellénalo de negro. En la punta de la nariz traza un triángulo y también rellénalo de negro. Por último, dibuja sobre los labios unas líneas verticales para dar la apariencia de dientes, y ¡listo!
Un vampiro no puede faltar en Halloween. Necesitarás pintura blanca, negra y roja. Recuerda hidratar bien el rostro antes de aplicar la pintura. Difumina un poco de pintura blanco sobre todo el rostro para dar la apariencia de palidez y alrededor de los ojos difumina el color negro procurando que en la parte inferior sea de un tono más claro. Con la pintura o lápiz negro dibuja el contorno de los labios y rellénalos. Para terminar, dibuja unas pequeñas “gotitas de sangre” en las s comisuras de la boca para dar la impresión de sangre escurriendo. Otra opción: puedes pintarle la boca de rojo.
La calabaza es un símbolo característico de Halloween. Vas a necesitar pintura naranja y negra y un pincel. La mitad del rostro delimítala con trazos en zigzag de diferentes tamaños y rellena lo de adentro de color naranja. Después, a uno de los ojos dibújale un triángulo en color negro, también sobre la punta de la nariz traza la mitad de un pequeño triángulo y rellénalo de negro. En la mitad de la boca, dibuja unos dientes afilados y rellénalos de negro. Para terminar, todo el contorno que trazaste en zigzag, píntalo de negro.
Imagen de guiadelnino.com
Con estas ideas los disfraces de tus hijos lucirán increíbles.
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