¿Habían escuchado esto? yo sí y decía “que ridiculez” pero no, hoy que lo vivo confieso que mi corazón se apachurra.
Ojo, no significa que no ame verlos crecer, que no vea que son seres maravillosos que van tomando forma individual, que tienen su propio carácter, su propia personalidad. Pero sí, si me entristece ver que esa personita que dependía al 100 de mí ahora me dice “no mamá, yo solo, yo puedo” no sé cómo explicarlo, uds me entenderán, pero es esa emoción de ver que claro que puede y es un gran logro para él, pero también esa sensación de “ya no crezcas pls”
Recuerdo haberles dicho alguna vez eso, “ya no crezcan” y su respuesta fue: “sí mamá, tenemos y queremos crecer” entonces decidí no decirlo más en voz alta para que no lo tomaran como que crecer era algo negativo, ahora los abrazo y les digo “wow, estás creciendo mucho y aprendiendo muchas cosas”.
Pero definitivamente creo que Dios, el Universo, la vida o en lo que tú creas nos da la oportunidad de disfrutarlos unos años, abrazarlos mucho, besarlos y sobre todo dejar huellas positivas, aprendizajes importantes para que en un futuro ellos también lo hagan. Está súper trillado decir que crecen muy rápido, pero en realidad así es, un día es bebé y quieres que pase rápido porque vives muy cansada y al otro día dices, pls que regrese el tiempo, quiero seguirlo teniendo mucho tiempo en mis brazos.
Pero lo real es que vale la pena ver que nuestra obra de arte crece, tiene vida propia, decisiones propias, emociones y sentimientos y que nosotros somos las bases de todo eso. Vale la pena detenernos un tiempo, aprovechar estos tiempos y en vez de quejarnos disfrutarlos, vale la pena fluir y no explotar por una recámara llena de juguetes, mejor enseñarles a levantar cuando terminen de usar, vale la pena abrazarlos cuando lloran en vez de decir “otra vez, qué no entiendes, te lo dije”, vale la pena decirles en todo momento cuánto los amas en vez de que crean que no estás, vale la pena embarrarse, ensuciarse, caerse y levantarse en vez de querer que el mundo crea que somos perfectos, vale la pena estar y dejar las redes sociales para otro momento, vale la pena detenerse, observarlos, conocerlos y ser papás presentes, vale la pena todos y cada uno de los segundos que podamos pasar por ellos.
Sí, escribo esto en mi duelo de verlos crecer, estoy a días de ver a mi primer hijo cumplir 9 años y pronto al otro 5 y ver que la vida pasa y no se detiene y que si yo no disfruto estos momentos jamás volverán.