A finales del año pasado fui la envidia de todos mis amigos, la razón muy sencilla, tuve la oportunidad de conocer a Petra Nemcova, la Top Model checa que de manera milagrosa, sobrevivió al Tsunami de 2004 en Thailandia, cambiando su vida por completo. Petra es una mujer muy sencilla y accesible, eso sí, muy guapa e inteligente, nada que ver con los estereotipos que rodean a las celebridades, la vi transportarse en un UBER sin mayor glamour en la Ciudad de México.
Así las cosas, como ella misma lo dice, lo más difícil de su terrible experiencia, no fue el dolor físico que le provocó el Tsunami, sino el dolor emocional de haber escuchado el dolor de los niños mientras sobrevivía agarrada de una palmera, ese fue el detonante que la llevó a buscar un cambio positivo.
La razón de su visita a nuestro país hace algunos meses fue venir a recorrer algunas de las escuelas con las que Happy Hearts, la fundación que creó a raíz de su experiencia de supervivencia, fomenta la educación en espacios seguros de niños de escasos recursos que viven en situación de vulnerabilidad, a través de la reconstrucción de escuelas en zonas desprotegidas.
Hoy Petra está retirada de las pasarelas comerciales y sólo llega a modelar cuando es por un fin social, pero eso no importa, ella ha dado un giro a su vida, atrás quedó el glamour y hoy vive al máximo su labor filantrópica, lo hace con todo el corazón, y tal vez como parte de las nueve escuelas que hoy apoya en México –la décima se construye actualmente en Coscomatepec, Veracruz-, conozca más de nuestro país, su realidad y su gente de lo que conocemos ustedes y yo.
La pregunta es cuándo los propios mexicanos vamos a poner manos a la obra en lugar de estar esperando a que alguien más venga a resolver nuestros problemas, dejemos de quejarnos y sigamos el ejemplo que Petra nos pone a todos. Apoyemos esfuerzos como el de ella que esta semana se encuentra en nuestro país con el fin levantar más fondos para seguir apoyando a más niños de México. Al día de hoy ha obtenido recursos por 28 millones de pesos, con los que ha beneficiado a más de mil niños y jóvenes de Veracruz, Estado de México y Tabasco, imagínese lo que haría si todos la apoyamos, sigamos el ejemplo de empresas como Aeroméxico, SURA que han tomado la decisión apostar por iniciativas relevantes como esta.