El día de hoy hablaremos sobre un concepto que ha tomado relevancia en los últimos tiempos, la toxicidad, el cual es utilizado cuando algunas relaciones personales no son buenas. Dentro del ámbito familiar también se puede utilizar el término disfuncional, el cual es más común. Dichas familias son muy diversas, y como sabemos cada familia es un mundo. Empero, podemos encontrar algunos factores comunes que se pueden observar.
Por lo tanto, existe un patrón de conductas dañinas que no respetan la individualidad de cada miembro de la familia, fomentando un clima incómodo e inestable. Además debemos tomar en cuenta que es normal que existan los problemas dentro del núcleo familiar.
A continuación te daremos algunas características de lo que podría ser una familia tóxica:
- Demasiados conflictos.
Cuando los problemas son muy frecuentes e intensos se termina generando desgaste entre los miembros de la familia.
- Violencia familiar.
Esto debe ser tratado de manera inmediata. El impacto psicológico en una persona que recibe abusos es muy grave y puede traer malas consecuencias.
- Adicciones.
La adicción al alcohol u otras drogas de uno o varias personas de la familia. Una adicción puede provocar muchas dificultades económicas y emocionales en una familia.
- Irresponsabilidad.
En ocasiones los padres son inmaduros y tienen poca responsabilidad y hacen que los hijos tengan que asumir un rol adulto de forma demasiado anticipada, lo cual no es nada saludable.
- Falta de comunicación.
No tener una comunicación afectiva entre los miembros de la familia puede generar sentimientos de incomprensión.
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