Mi hijo no quiere comer, ¡auxilio!

by / Comentarios desactivados en Mi hijo no quiere comer, ¡auxilio! / 20 mayo, 2019

En muchas casas suele suceder que cada vez que comienza la hora de la comida, se convierte en una verdadera pesadilla y un terrible momento entre bebé y padres porque el crío no quiere comer. Empieza por respirar PROFUNDO y no perder la calma.

Aunque su actitud de rechazo puede poner incómodo o molesto el momento, no tiene caso que te enojes y le demuestres que eso te causa conflicto. Empieza a observarlo, si no pierde peso, se ve demacrado, no le va a pasar nada y tarde o temprano le dará hambre.

Ojo papás, si esto ya pasa de cierto tiempo, es importante tocar base con el pediatra.

Ahora es importante que sepas que la relación del niño y de sus padres está estrechamente vinculada con la alimentación.

Algunas causas por las que el crío podría no tener hambre son:

a)El tamaño de las raciones. Tal vez estás ofreciéndole más de lo que en realidad necesita. Si está fuerte y sano no debemos preocuparnos de que coma poco, siempre que lo que coma sea complementario y equilibrado.

b) Momentos especiales. Es importante observar que en casa no esté pasando un momento especial como el nacimiento de un hermano, papás con exceso de trabajo o poco tiempo para él, ya que podría ser una llamada de atención. También checar si no está enfermo, ya que en esos momentos suele bajar el apetito.

Por lo contrario también podría estar comiendo en exceso, revisa el motivo de la ansiedad, además de procurar motivarle para que coma más despacio, saboreando los alimentos y tomando una postura reposada en la comida.

c) Revista la dinámica a la hora de comer. Podría ser que justo a la hora de la comida el padre, madre o persona que se encarga del crío tiene prisa o no está completamente conectado con el momento y se vuelve una situación donde no comparten, si no un momento de disgusto.

La hora de la comida es un momento para poder socializar, para platicar y tener una relación afectiva con el crío. Por tanto es importante crear una atmósfera agradable, de charla e intercambio.


Hay que tener en cuenta que en estas edades el niño es un ser muy activo y por tanto debemos servir la comida con mucha agilidad y motivar al crío para no pasar mucho tiempo en la mesa. De hecho se recomienda que si en un tiempo específico no se lo termina, se retire.

Otro factor que hay que tener en cuenta es que el niño en estas edades desarrolla intensamente sus conocimientos a través de los sentidos. Le gusta verlo y tocarlo todo. Hay que permitir por lo tato una flexibilidad en cuanto a los hábitos en la alimentación para que el niño tome parte activa en la misma pues, tocando los alimentos y jugando con la cuchara, aprenderá pronto a comer solo.