Mamás, ¿les pasa que cuando vienen en el coche y ponen su canción favorita hasta de mejor humor se ponen? también pasa que cuando haces ejercicio o entrenas para algo en especial te dicen que escuches cierta música porque los bits de ésta se sintonizan con tu corazón, ¿lo habías escuchado? pues sí, la música puede hacer magia y lo contrario también.
Hace algunos años el Dr. Masaru Emoto realizó investigaciones con el agua y demuestra que justo cuando pone música con vibraciones altas los cristales que se forman son impresionantemente bonitos, sin embargo, cuando pone música que dice groserías, pesada, negativa, se forman unas figuras bastante raras y feas.
Esto, es una de las tantas pruebas que hay, de que la música tiene un gran poder sobre nosotros.
Imagina que, cuando escuchas música, una cantidad de bombillitos en tu cerebro se encienden al mismo tiempo. Esto sucede porque la música tiene elementos que involucran distintas áreas de tu mente, con múltiples efectos en tu estado emocional. Por ello, cuando nos gusta una canción que compartimos con alguien, esa melodía tiene la capacidad de generar en nosotros sensaciones de plenitud o felicidad, pero, cuando la relación con esa persona cambia, la misma canción te puede evocar sentimientos diferentes, como nostalgia o tristeza.
Lo que es poderoso de la música es su capacidad de generar respuestas en todos los mecanismos de procesamiento emocional del ser humano.
Hoy te queremos compartir algunas curiosidades de la música en conjunto con El Santuario y Osiris Heyerdahl, terapeuta de sonido con más de 30 años de experiencia en usar la música como herramienta de terapia y sanación.
A través de técnicas de sonido con diferentes instrumentos de distintas tribus, se puede llegar a un punto de sanación, reconectando con un estado de plenitud. Todo esto es gracias a que al escuchar sonidos relajantes, nos tranquilizamos, pero no solo eso, hay ciertos sonidos ancestrales que llegan a lo más profundo de nuestro inconsciente y nos llevan a reflexionar y liberar cargas emocionales.
Durante terapias de sanación con música, los instrumentos más comunes suelen ser los cuencos tibetanos, flauta hindú, nepalí, tibetana, nativo americana y triple; así como el arpa egipcia, palo de lluvia y hang drum, además de cantos guturales.
Para potencializar el poder de la música como terapia de sanación, se le puede acompañar de sesiones como temazcal o ceremonias de cacao, donde al estar otros elementos involucrados, los sentidos se agudizan permitiendo que la experiencia sea mucho más expansiva.
Ahora que conoces un poco más de esta técnica de sanación, te invitamos a visitar El Santuario en Valle de Bravo, a tan solo dos horas de la Ciudad de México, donde podrás experimentar la práctica de sanar lo más profundo de tu ser de la mano de expertos.
Además, puedes buscar opciones como música de 256 / 288/ 432 / 963HTZ y seguro te ayudarán.