Aún estamos en días libres para los pequeños y durante las vacaciones son los más felices por estar libres de las actividades académicas, pero como papás en ocasiones sentimos que empieza una temporada de caos y quizá llegue a estresarnos la idea de tratar de encontrar un equilibrio entre unos días divertidos, pero también “provechosos”.
De acuerdo con Patricia de la Fuente, directora de Servicios Educativos para el Desarrollo Infantil (SEDI), el hecho de no tener tareas escolares hace que los niños se sientan libres y con la posibilidad de “hacer lo que quieran”, eso es principalmente lo que llama su atención de la temporada vacacional. Sin embargo, “este gusto podría ser muy corto, porque por un lado la inactividad puedo llegar a aburrirlos conforme pasan los días, y por otro lado sabemos que los niños no pueden ni deben dejar a un lado sus responsabilidades básicas”, mencionó.
La especialista en desarrollo infantil explica que, si bien el descanso y los espacios para el libre esparcimiento son necesarios para liberar al cuerpo de la carga que significan los horarios establecidos, también es necesario encontrar un equilibrio para que las vacaciones no signifiquen un ocio eterno y aburrido para los niños.
En ese sentido, De la Fuente mencionó que, si bien el día a día de las actividades escolares nos orillan a seguir una rutina rigurosa que nos permita cumplir con las obligaciones tanto a los niños como a los adultos, con las vacaciones, surge la oportunidad de ser más flexibles para dar prioridad a actividades lúdicas y sobre todo a la convivencia familiar.
“Una mayor disponibilidad de ratos libres es una oportunidad para dar rienda suelta a la imaginación e inventar diversos juegos, realizar experimentos sencillos con elementos de la vida cotidiana para hacer pequeños descubrimientos, sembrar una planta y observar su crecimiento, organizar obras de teatro, entre muchas otras opciones, son ideales para sumar experiencias que los hagan pasar un rato entretenido y divertido, pero también formativo”, sugirió la especialista.
La especialista recordó que unas vacaciones memorables son posibles incluso sin tener que hacer un largo viaje. A veces sólo basta compartir ratos de juego. Mencionó que los papás pueden aprovechar para sentirte niños de nuevo y pasar divertidos momentos. Además de, mediante el juego, conocer las habilidades de sus hijos en cuanto a la resolución de problemas y el trabajo en equipo; incluso observar si tiene alguna área débil en sus habilidades socioemocionales, como el no saber perder, no saber tomar turnos.
De acuerdo con la edad de los niños, tendremos que poner en juego nuestra creatividad para buscar actividades atractivas para cada día. En ese sentido, recomendó por ejemplo aprovechar para involucrar a los niños en las actividades del hogar, siempre con buena actitud, tomando en cuenta su edad y ofreciéndole opciones para que elijan en qué actividad deben colaborar, como condición para acceder al juego y/o paseo, por ejemplo: “nos vamos al zoológico, pero antes tendremos entre todos que tender las camas y recoger la casa”.
Como una de las opciones de entretenimiento, también recomendó procurar ratos para leer entre padres e hijos, considerando que la lectura es una de las actividades que más fomenta su imaginación y enriquece su vocabulario. “Una de las mejores formas de iniciar a un niño en la lectura es que un adulto le lea, así descubrirá la posibilidad de encontrar historias en los libros y en un futuro se acercará por sí mismo a ellas”, mencionó la directora de SEDI.
Las vacaciones pueden ser vistas como una época para tener diferentes y divertidas experiencias, pero también llenas de aprendizaje o de lograr retos. Por ejemplo, son la época idónea para dominar la bicicleta, aprender a nadar, entre otras.
*Patricia de la Fuente es especialista en educación y desarrollo Infantil, con más de 40 años de experiencia, pionera en la implementación de centros de desarrollo infantil en el país, con el fin de dotar una educación oportuna en la primera infancia. Es fundadora de Servicios Educativos para el Desarrollo Infantil (SEDI), centro proveedor de servicios de cuidado y educación infantil para corporativos de empresas enfocadas en el salario emocional como gestor de talento.