Hay días que sí, sí he odiado ser mujer, me levanto y digo, ¿mi vida sería igual si fuera hombre? No, claro que no, siempre es mi respuesta y veo a mi alrededor y digo, porqué en pleno 2023 seguimos gritando que necesitamos ser consideradas como seres humanos, que necesitamos dejar de ser violentadas, que necesitamos ser vistas, que necesitamos ser valoradas, que necesitamos dejar de ser competencia para los hombres y entre nosotras, que no somos igual físicamente, pero eso, no nos hace menos y les da derecho a que puedan abusar de nosotras, ¿por qué?, por qué en esta época, a tantos años de ver que la mujer no era más que un objeto para reproducirse, muchos, siguen pensando eso.
Desafortunadamente seguimos viviendo en una sociedad machista, muy machista, es tristísimo ver que amigos cercanos le digan a una mujer que es una amargada, una pesada y que tiene que echarle ganas en ella en vez de preguntarle si está bien, si necesita algo o simplemente escuchar, abrazar, acompañar. No tienen la menor idea qué está pasando, pero sí la señalan y la juzgan.
Es horrible ver que en esta época la mujer que vive junto a tu casa, que también es mujer, que también es mamá, abuela, tía y acompañada o sola, es la primera que te juzga, que te hace chisme, que te señala, que habla mal de ti. Mucha sororidad salimos a gritar a las calles los 8 y 9 de marzo, pero, ¿los demás días se nos olvida? ¿los demás días como no es el Día de la mujer nos da derecho a hablar mal de la otra? ¿a juzgarla?¿a criticar su maternidad? ¿a inventar o suponer porqué está divorciada, casada o arrejuntada?
Es terrible ver que la persona con la que trabajas te hace una buena cara mientras todo va bien, pero el día que dices lo que no te gusta, te acusa y grita que eres conflictiva, ¿por qué?, ¿por poner límites? ¿por qué no permites que te griten, que hablen mal del esfuerzo que haces por sacar tu chamba lo mejor posible con las herramientas que tienes? ¿por qué no somos capaces de acercarnos entre nosotras y hacer equipo? ¿por qué preferimos tirarle a la de junto y con eso sentirnos superiores? ¿en serio? ¿en serio hablamos de sororidad en las calles y gritamos y nos sentimos muy feministas pero cerrando la puerta de tu casa a la primera que juzgas es a la mamá que no educa como tú, a la vecina que no piensa como tú, o a la compañera que no se viste como tú?
Hoy, separarse, divorciarse o estar sola por decisión propia, porque elegiste no aguantar malos tratos, elegiste no seguir con alguien que no era equipo, que no te veía, que no te escuchaba y levantaste la mano porque no eras feliz en donde estabas, entonces, ¿tienes qué pagar las consecuencias? Aguantar la crítica de la sociedad de que seguro te dejaron por otra mejor, de que seguro te cambió por tu mal carácter, de que él a los 2 días esté con otra y se olvide de sus responsabilidades, de que se le olviden los años juntos, la familia que formaron por decisión conjunta y de un día para otro la responsabilidad sea solo tuya, la consecuencia de tener que ser la que mantenga la casa, la que sea la responsable de los niños, de la economía y de que todo funcione perfecto. Claro, a él no se le puede exigir nada, él ya es muy feliz en otra casa, él tiene que atender a su novia, mujer, amante, o lo que sea que tenga, pero ¿dónde queda lo que en su momento se comprometió? ¿dónde queda su familia, su obligación, su parte? No, claro que no importa porque eso es solo responsabilidad de la mujer.
Llegar a trabajar y ver que tienes 15 compañeros hombres a los que les pagan mejor que tú, a los que se les ofrecen más y distintas herramientas para sacar el trabajo y el día que levantas la mano porque te das cuenta, la respuesta es “cállate y no destapes lo que no te corresponde” “ponte a trabajar si quieres conservar tu trabajo”, “tú no viste nada”. Llegar y que te digan que eres una conflictiva porque no te parece que a ti te ataquen, pero al hombre de junto lo defiendan.

Es difícil vivir como mujer en una sociedad en donde nos exige ser mamás perfectas, empresarias, empoderadas, luchonas, tener buen cuerpo, cuidarse, tener la casa perfecta, estar siempre de buen humor y con la mejor cara. Y ¿saben por qué? ¿Porque las mujeres no lloran, las mujeres facturan? Noooo, discúlpenme pero no estoy de acuerdo, las mujeres podemos llorar, gritar, estar de malas, no arreglarnos y no deberíamos ser juzgadas, no deberíamos ser atacadas o criticadas porque un día estás triste, saturada y no quieres levantarte de la cama, pero no se puede, porque nos vamos a los extremos, el feminismo dice que uno puede con todo, entonces nos jodemos y aguantamos.
Claro, claro que hay días que odio ser mujer, que creo que me equivoqué, que creo que si fuera hombre todo sería más fácil, estaría tranquilo, viendo como alguien más se hace cargo de mis hijos, viendo que me pagan mejor, viendo como entre mujeres se parten la madre, viendo como ellas tienen que resolver la casa, los hijos, la economía, el trabajo, su vida y lo que le sumen, viendo cómo yo desde mi trinchera tengo siempre una mujer que me resuelva, tengo una justificación por mis actos, tengo la razón y así soy y qué, nadie me cuestionaría.
Hoy, no sé si estoy en el lugar indicado, hay días que amo ser mujer y que agradezco poder dar vida, poder abrazar a otras mujeres, poder ver la fortaleza y la valía de cada una, pero hay días que no, que estoy tan agotada de competir, de demostrar, de querer tener un lugar y ser vista que el agotamiento me hace no querer seguir aquí.
¿Por qué no exigimos y luchamos por trabajar en equipo?, por ver la valía que tiene un hombre y una mujer, por poder ver que juntos nos complementamos, no somos mejores, ni peores, somos diferentes y si pudiéramos ver que juntos podemos hacer tanto y usar lo que cada uno tiene para sumar. Que uno sin el otro simplemente no darían vida.
¿Por qué no nos convertimos en personas empáticas? y en vez de juzgar a la de junto, nos detenemos y decimos, no sabemos qué pase en su vida, pero lo mismo con un hombre, no sabemos en realidad lo que esté viviendo. Sí, desafortunadamente la sociedad aún se las pone más fáciles a ellos pero, ¿si trabajamos en equipo y ellos nos cuidan, nos apoyan y nosotras entre nosotras también y dejamos de competir? Estoy segura que podríamos sacar un mejor provecho de esto y seríamos una mejor sociedad y mejor ejemplo para las futuras generaciones.
Si educamos a nuestros hijos viendo al otro como persona, no como hombre, mujer o la decisión que elija querer ser, simplemente un ser humano que busca la felicidad como todos la buscamos, porqué no mejor enseñamos y aprendemos valores como el escuchar, el ver, el apoyar, el respetar, en vez de dividir y ver si alguien es mejor que otro.
No señoras y señores, nadie es mejor que el otro, simplemente somos diferentes, todos estamos en distintos procesos y aprendizajes, pero si nos acompañamos y nos dejamos de juzgar, creo que podríamos ser una mejor humanidad y podríamos dejarnos de cuestionar si estamos en donde tenemos que estar.