El día de hoy hablaremos sobre qué es mejor hacer cuando uno de nuestros pequeños tiene mala conducta, hace rabietas, golpea o hace berrinches. Muchas veces optamos por castigar o ignorarlos cuando suceden estos comportamiento, sin embargo esto puede ser contraproducente a mediano o largo plazo.
Como mamá y papá, una de las labores más importantes es enseñarle al niño a comportarse bien. Lo cual es una labor que requiere tiempo y paciencia. Es por ellos que es necesario saber cómo aplicar estrategias que sean saludables y eficaces.
A continuación les daremos algunas recomendaciones para que les ayuden a disciplinar eficientemente:
- Mostrar y decir. Enseñe a los niños la diferencia entre lo bueno y lo malo con palabras y acciones calmadas. Sea un ejemplo de la conducta que usted quiere ver en sus niños.
- Ponga límites. Aplique reglas que sean claras y coherentes que sus niños puedan seguir. Cerciórese de explicar estas reglas en términos apropiados para la edad que ellos puedan entender.
- Determine consecuencias. De forma calmada pero firme explique las consecuencias de no comportarse bien. Por ejemplo, dígale que, si no recoge sus juguetes, usted los guardará y no podrá jugar con ellos el resto del día. Manténgase listo a cumplir lo establecido de inmediato. No se dé por vencido, devolviendo los juguetes después de unos minutos. Sin embargo, recuerde, que no debe quitarle algo un niño que realmente necesite, como es el caso de una comida.
- Escuche bien lo que dicen. Escuchar es importante. Deje que su niño termine su argumento antes de ayudarlo a resolver el problema. Esté atento por señales de comportamientos que siguen ciertos patrones, por ejemplo, cuando el niño siente celos. Hable con su niño al respecto en lugar de enfocarse solo en el castigo.
- Preste atención. La forma más efectiva de disciplinar a los niños es ponerles atención, para fomentar los buenos comportamiento y desalentar los malos. Recuerde, todos los niños quieren que sus padres les presten atención.
Finalmente, debemos recordar que, como padres de familia, también deben tomar una pausa cuando se sientan fuera de control. Sólo asegúrense de que su crío está en un lugar seguro y tómese algunos minutos para respirar profundo y relajarse.