Ahora que estamos en casa, le damos oportunidad a nuestro cabello de reponerse de los estragos provocados por la exposición a fuentes de calor como secadoras y planchas y productos agresivos, en nuestro afán por lucir penados estilizados. En esta ocasión, les platicaremos sobre qué si y qué no hacer para el cuidado de nuestro cabello.
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En estos meses de aislamiento, nuestro cabello ha descansado de los procesos y productos que lo habían debilitado y dañado. Ahora podemos darnos tiempo para cuidarlo de manera adecuada: lavarlo, secarlo, cepillarlo y aplicarle tratamientos que lo nutran. Enseguida te diremos qué cosas son buenas y cuales no para el cuidado del cabello.
Es recomendable que antes de lavarlo lo cepillemos muy bien para desenredarlo, así también estaremos exfoliando el cuero cabelludo además de estimular la circulación sanguínea. Si se trata de cabello lacio, se puede peinar en seco con un cepillo de cerdas naturales, si el cabello es rizado lo más conveniente es cepillarlo húmedo utilizando un peine de dientes anchos para evitar tirar de él y maltratarlo.
Lavarnos adecuadamente el cabello, no significa que solo apliquemos shampoo y acondicionador, hacerlo correctamente implica realizar una serie de pasos y con tiempo suficiente para hacerlo bien.
Para lavarlo, hay que considerar un shampoo adecuado para cada tipo de cabello, para cabello seco se recomienda utilizar productos que no contengan sal y alcohol ya que pueden resecarlo más, si tu cabello es graso, puedes optar por una hidratación ligera sin óleos pesados. También puedes consultar con tu estilista el tipo de shampoo que puedes usar.
Cuando se aplique el shampoo, se pude dar un suave masaje con las yemas de los dedos sobre el cuero cabelludo y a lo largo del cabello, se recomienda dejarlo actuar por 1 minuto. No es recomendable frotarlo con fuerza, pues puede maltratarlo.
EL acondicionador se recomienda sólo aplicarlo en las puntas y dejarlo actuar por dos minutos. No es recomendable ponerlo en el cuero cabelludo, ya que puede provocar que se caiga el cabello.
Para enjuagarlo, es conveniente utilizar agua tibia pues el agua caliente lo reseca y hará que pierda brillo, si el cabello está teñido podría perder la intensidad de color. Al finalizar, se puede enjuagar con agua fría, para darle más brillo y además activa la circulación sanguínea.
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Para secarlo se recomienda evitar exprimir el cabello con la toalla, lo mejor es presionarlo con las manos y la toalla, lo que evitará que se quiebre.
Posteriormente, cepillar el cabello comenzando desde las puntas e ir subiendo poco a poco hasta llegar a la raíz, es aconsejable evitar cepillarlo con fuerza de arriba hacia abajo.
Se aconseja dejar secar el pelo al natural y estilizarlo con las manos con la ayuda de un aceite. Se recomienda evitar el uso de secadoras y planchas ya que lo resecan y perderá brillo. En caso de que se decida utilizar secadora y plancha, es conveniente usarlos lo menos posible y aplicarse un protector de calor.
Estando en casa, podemos darnos tiempo de preparar una mascarilla para nutrir el cabello utilizando ingredientes que seguramente se tendrán en la cocina y aplicarla dos veces por semana. Puedes experimentar la que más se ajuste a tu necesidad.
Dormir con el cabello mojado, provocará que el cuero cabelludo pierda fuerza, además de que se enredará demasiado. Se recomienda cepillar el pelo dos veces al día ya que estimula la circulación sanguínea, pero hacerlo con demasiada frecuencia puede debilitarlo. Dejar crecer demasiado el cabello, puede propiciar que las puntas se abran.
Es importante que nos alimentemos e hidratemos muy bien, pues nuestro cabello requiere de ciertos alimentos para mantenerse sano.
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