Todos los años vivimos esperando el 5 de enero para que los Reyes Magos nos traigan regalos o ahora a nuestros hijos, pero ¿conocer el origen de éstos y sabes porqué es que traen regalos?
Pues les contamos, a pesar de las respuestas que se puedan encontrar en la Biblia, el origen de los Reyes Magos tal como los conocemos en la actualidad tiene su origen en una larga tradición medieval que los “bautizó” con los nombres de Melchor, Gaspar y Baltasar.
En España, y gracias a los testimonios escritos y artísticos que se guardan en la Biblioteca Nacional de España, es que podemos se puede ser testigo del nacimiento de esta leyenda a lo largo de los siglos, en concreto en una de las piezas más excepcionales de la literatura española del sigo XII, el llamado Auto de los Reyes Magos, una obra fundamental en la historia de la literatura española por ser el texto teatral más antiguo que se conserva en lengua castellana. En dicha obra aparecen Melchor, Gaspar y Baltasar, pero no son definidos como “reyes”, sino como steleros, es decir, astrólogos.
Los nombres de Melchor, Gaspar y Baltasar aparecieron por primera vez en el famoso mosaico del siglo VI en la basílica de San Apolinar el Nuevo en la ciudad italiana de Ravena. Según un manuscrito del siglo XIII, se creía que los Magos podían proteger contra la epilepsia, y bastaba con rezar una breve oración al oído de un enfermo pronunciando el nombre de los tres Reyes para curarlo. En algunos puntos de Europa, el día 6 de enero se inscribían sus iniciales, GBM, en todas las puertas de las casas y en los establos para salvaguardar a las personas y a los animales contra el ataque de demonios y brujas.
En la actualidad, la festividad de los Reyes Magos viene cargada de tradiciones como la de la Cabalgata del día 5 de enero, en la que, como antesala de lo que ocurrirá durante la noche, los tres Reyes Magos desfilan en maravillosas carrozas acompañados de sus séquitos. Los Magos reparten caramelos y los pajes de cada rey recogen las cartas de los niños más rezagados.
Otra costumbre de la Noche de Reyes es dejar los zapatos de cada miembro de la familia en el balcón para que Sus Majestades depositen dulces en su interior. Esto tiene su origen en una curiosa leyenda: dos amigos del niño Jesús, apenados de verle siempre descalzo debido a la pobreza de su familia, quisieron darle sus propios zapatos; pero como eran usados, en un intento de que parecieran nuevos, y para que tuvieran mejor aspecto, los generosos niños se esforzaron en limpiarlos al máximo, así que los lavaron y los dejaron por la noche en el balcón para que se secaran. Al día siguiente, milagrosamente los zapatos aparecieron llenos de regalos y dulces como premio a su buen corazón. Los Reyes Magos habían pasado aquella noche por allí y habían recompensado la bondad de los dos niños.
Tampoco se debe olvidar dejar agua y pan para los camellos, y una copita de licor o un vaso de leche y turrones para que los cansados Reyes recuperen fuerzas. Pero no todos los niños recibirán un regalo por su buen comportamiento. Está establecido que los Reyes dejarán un trozo de carbón a todos los niños que se hayan portado mal durante el año (en la actualidad se deja al niño travieso un trozo de azúcar que imita al carbón).
A pesar de vivir en la era de la tecnología, hay tradiciones que perduran con el tiempo, de modo que no queda otro remedio que acostarse pronto, dejar los zapatos bien limpios, comida para los camellos y un detalle para Sus Majestades de Oriente.