Mamás, nosotras somos el sostén de nuestros hogares y es de suma importancia estar bien para que los demás en casa también lo estén. Es por esto que quiero compartirte algunos rituales para subir ese autoestima y querernos más. Espero te gusten.
Es real que a veces es más fácil decirlo que hacerlo y sobre todo cuando somos multitask y tenemos muchas cosas que hacer como atender a los niños, trabajar, checar la casa (en su caso hacerse cargo de ésta), ser esposa, amiga, hermana, etc. Esto hace que a veces nos olvidemos un poco de nosotras, pero es importante darnos unos minutos al día y no dejarnos.
Dicen los que saben, que los rituales son mágicos ya que nos permiten honrar lo que es sagrado. Dedicarte 10-20 minutos de tu tiempo cada mañana y noche es todo lo que necesitas. Tu cuerpo es un templo sagrado; y cuando ames a tu cuerpo, él te amará diez veces más.
Te comparto algunos rituales para cultivar más amor propio a diario
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Masaje matutino – calienta una botella pequeña de aceite de sésamo o aceite de coco en agua caliente y masajea tu cuerpo durante 5-10 minutos antes de ducharte para activar tu sistema linfático, estimular tu sistema inmunológico, hidratar tu piel y darle a tu hermoso cuerpo un poco de autocuidado y amor.
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Medita – nutre tu mente y espíritu diariamente con unos minutos de meditación. Una práctica diaria donde te conectes diario contigo y te eches porras por todo lo que haces, así como agradecértelo.
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Crea tu día – establece intenciones al comienzo de cada día para crear un contexto que te inspire. Atraemos lo que manifestamos. Comienza tu día con claridad y enfoque para tu cuerpo, mente y espíritu.
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Masajea tus pies – ten la costumbre de masajearte los pies con una crema corporal orgánica, manteca corporal o aceite de sésamo cada noche antes de acostarte. Los puntos reflejos de los pies tienen el poder de relajar tu sistema nervioso, provocando un descanso más profundo, así como unos pies hermosos y suaves.
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Agradece– Comenzar y terminar el día agradeciendo te da felicidad y te ayuda a poder ver lo que sí tienes y no enfocarte en lo que no. Empieza por agradecerle a tu cuerpo, a ti y después a todas las bendiciones que tienes.
Ahora que ya tienes unos tips, ya puedes empezar a darte tu tiempo y consentirte un rato para amarte y ser feliz.