El día de hoy hablaremos sobre un tema sumamente interesante que muchas veces puede causar conflicto al pensar en él; y es que puede existir cierta rivalidad entre una pareja, lo cual puede provocar problemas a lo largo de la relación y una lucha por el poder.
Pero ¿qué es la lucha de poder?
Se puede definir como la intervención de fuerzas internas en donde domina el egocentrismo y la necesidad de auto-afirmación en cada uno de la pareja.
Cuando en una relación se hace presente dicha condición, inicialmente puede que sus miembros no reconozcan que cada uno lucha por tener el poder. Por tanto, con suma frecuencia señalan o acusan al otro por los problemas que ocurren.
Aquí te presentamos algunas formas con las que puedes notar que existe una rivalidad:
- Buscar los intereses propios. Centrarse en sus necesidades e intereses sin importarle las de la otra persona.
- Argumentar que es perfecto y no tiene errores que perjudiquen a la relación.
- Idealización de la pareja. Existen personas que centran los esfuerzos en tener una relación perfecta, sin problemas, crisis o discrepancias.
- Tener siempre la razón: aferrarse a defender su punto de vista, perdiendo la capacidad de escuchar y comprender al otro.
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En la mayoría de los casos la principal razón de que aparezcan los síntomas señalados anteriormente es la misma: el sentimiento de inferioridad.
Resolver esta situación no es fácil y muchas veces es necesario acudir con un profesional que pueda guiarlos. Sin embargo, existen algunos métodos que pueden aplicar para tratar de disminuir la rivalidad en pareja.
- Calma
Es necesario poner de nuestra parte y olvidar por un momento nuestro deseo de ganar la pelea, y enfoquémonos en escuchar a la otra persona.
- Contacto físico
De acuerdo a diversos estudios se ha concluido que en las parejas en las que se pierde el contacto físico hay una mayor propensión a pensar cada uno por su cuenta sin comunicarse de manera efectiva y, por ende, se abre espacio para empezar a luchar por los propios intereses. Es por ellos que al menos un abrazo al día los ayudará a cambiar dicha situación.
- Detalles
Siempre un regalo o detalle marca la diferencia. Por ello busquemos sorprender a la otra persona de acuerdo a lo que le gusta o interesa.
- Ser felices
Nuestra felicidad no debe depender de nuestra pareja, por lo tanto también es necesario enfocarnos en nosotros. Busquemos actividades que disfrutemos y nos hagan sentir bien. Tratémonos con cariño y valorémonos como personas. Una vez que nos sintamos capaces y seguros en la relación, sin percatarnos, no necesitaremos luchar por el poder.
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