Mamás, ya estamos de vacaciones muchos de nosotros y con ellos nos preguntamos qué hacer con los críos estos días, pues tenemos que seguir guardados por el confinamiento pero es importante que ellos sientan la diferencia y que están de vacaciones.
Los expertos nos han comentado que es importante que no estén todo el tiempo sin hacer nada o en actividad libre, pues viene un desborde de emociones porque no tienen un control y estructura, es por esto que como todas las rutinas, también las haya en verano.
Las rutinas de verano pueden ser muy relajadas y de hecho tendrían que serlas, sin embargo, es importante que ellos tengan claro qué es lo que tienen que hacer y qué va a pasar durante el día para que se sientan más seguros y estructurados.
Para que esto suceda te compartimos algunos tips:
Dejar lo prioritario
Muchas queremos que no pierdan el repaso, pues tal vez tu crío tenga que seguir trabajando en su lectura todos los días, o tal vez creas que lo más importante por el momento es mantener la casa limpia y ordenada. Quizá necesites un tiempo para trabajar en casa mientras ellos juegan. En todo caso, es importante decidir qué es lo prioritario para ti en estos momentos y cuál es el momento ideal para llevarlo a cabo, de esta manera nuestros hijos sentirán que hay un orden en su día a día y lo acatarán con seguridad y comodidad.
Establecer un horario por escrito
Tener las rutinas por escrito les da chance a todos en la casa, de poder ir y checar qué va a suceder durante el día y no tener sorpresas. Podemos elegir en qué momento leeremos, en qué momento es juego libre, en qué momento se come en familia, etc, y lo escribiremos en un horario visible. Si nuestros hijos colaboran en la realización de ese horario, seguro que cooperarán más en llevarlo a cabo. El uso de pictogramas o de murales nos puede ayudar cuando los críos son pequeños.
Organizarnos para fomentar la conexión y la creatividad
La tentación de recurrir en exceso a las pantallas es muy grande, sobre todo si tenemos cosas que hacer en casa y queremos que estén tranquilos: se quedan sentados, no se aburren, no nos reclaman… Pero el verano puede ser la mejor oportunidad para fomentar el encuentro de verdad, más relajado, con nuestros hijos, su autonomía, porque pueden aprender a realizar muchas tareas por sí mismos cuando no tenemos prisa, y un uso del tiempo libre para aprender, estar activos y cuidarse.
Teniendo en cuenta estos tres principios podemos realizar muchas actividades como:
- Leer en familia , intenta que sean libros en los que enseñen valores, hablen de emociones.
- Cocinar juntos y planificar los menús.
- Ordenar y limpiar la casa en familia, entendiendo que es responsabilidad de todos cuidar el hogar.
- Tener actividades de repaso y aprendizaje buscando un espacio el día a día a actividades que han propuesto para el verano como hacer 20 minutos de sumas y restas, leer en inglés, repasar las divisiones, etc.
- Ver alguna película bien escogida en familia.
- Hacer pic nic en casa pueden aprovechar que se metieron en la cocina y prepararon algo juntos para luego acampar en la sala y comérselo platicando y disfrutando.
- Fomentar que nuestro hijo avance en su autonomía, por ejemplo, dando tiempo a que aprenda a atarse los zapatos, enseñándoles a montar en bici, dejando que jueguen a su aire o que estén con sus hermanos en un sitio seguro sin supervisión adulta constante, permitiendo que tomen decisiones sobre el uso de su tiempo libre
- Charlar sobre cómo queremos pasar las vacaciones, decidir en familia cómo vamos a disfrutarlas o, por ejemplo, qué actividad realizaremos al día siguiente.
- Comunicarnos de manera más relajada y positiva, porque las prisas tal vez nos hayan dificultado el hacerlo durante el curso escolar.
- Si tenemos varios hijos, dejarles experimentar las peleas (sin que llegue la sangre al río) como un aprendizaje para la convivencia y confiando en que sabrán encontrar la solución.
- Gestionar los conflictos familiares con menos estrés, con mejor perspectiva y como oportunidades para llegar a acuerdos
- Escuchar música y bailar.