Papás, la codependencia tiene muchas caras y pude presentarse entre una pareja, un amigo, familiar o un hijo. La codependencia afecta a muchas personas, no es algo con lo que se nace sino que es aprendida y en seno familiar se da como una forma de educación que involuntariamente los padres heredamos a los críos a través de ciertos patrones de conducta insanos que terminarán replicando en su vida futura. Hoy estaremos hablando de cómo saber si estamos criando hijos codependientes.
De acuerdo al sitio Webconsultas.com, la codependencia es un conjunto de emociones y actitudes que llevan a un individuo a involucrarse en los problemas de otra persona a la que se vincula afectivamente ya sea un hijo, la pareja, amigo, familiar y otros tipos de relaciones, al grado de preocuparse en exceso por el bienestar de esa persona y olvidándose de sí mismo y de sus propias necesidades.
El codependiente siempre se engancha a personas que tienen problemas con la intención de ayudarlo emocionalmente con sus conflictos, se hace sentir necesario e intentará ejercer control sobre el otro e incluso puede llegar a chantajearlo emocionalmente si éste no se ajusta a lo que el codependiente desea.
Una persona que es codependiente se apega emocionalmente a otra y presta más atención a lo aquella hace que a ocuparse de sí mismo. Por otro lado, si el codependiente no consigue controlar al otro, podría experimentar frustración, angustia, tristeza, sensación de vacío, y otras emociones más serias como trastornos de ansiedad o depresión.
Los padres codependientes, vienen de una educación emocional que en su niñez posiblemente estuvo carente de afecto, creándose en ellos una baja autoestima y una errónea percepción sobre las relaciones interpersonales, entre otros. Un papá o mamá codependiente se preocupa en exceso por sus hijos y puede ejercer control sobre ellos incluso sobre la carrera que estudiarán, a la hora de elegir pareja o trabajo y sobre sus opiniones. Estas conductas pueden llegar a quitarle libertad al niño, limitarlo para valerse por sí mismo, creer en sí mismo y problemas para establecer relaciones sanas.
A continuación, enlistamos algunas características que pueden ayudarnos a indicar si un niño puede llegar a convertirse en un adulto codependiente:
- Le da pánico a estar solo
- Posee baja autoestima
- Experimenta inseguridad
- Es víctima de maltrato o abuso
- Insatisfacción personal
- Es sumiso
- Es un niño maltratado
- Requiere de atención todo el tiempo
- Sufre de trastornos alimenticios
- Complejos físicos que afectan la autoestima
- Se siente culpable de lo malo que sucede a su alrededor
- Su ambiente familiar es hostil, frío o distante
- Carece de afectos
- Asumen conductas de adultos olvidándose de vivir su infancia
Papás, la codependencia puede dañar la vida futura de nuestros hijos por lo que recurrir a un especialista nos podría ayudar a entender el por qué llegamos a convertirnos en padres codependientes, recordemos que para nuestros críos somos sus maestros de vida.
Imágenes de bussinesinsider.mx
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