Mamás, ¿les suena o han escuchado a esas parejas que tienen que decirle a su pareja cómo hacer las cosas, cómo vestirse o que lo regañan con frecuencia como si fuera un niño? Si no te has dado cuenta, si tú eres de esas o conoces a alguien que lo hace, están tratando a su pareja como si fuera un hijo más.
Cuando elegimos una pareja, lo hacemos buscando en el otro a una persona con quien compartir la vida, solo que a veces las cosas no resultan para algunas de nosotras y en lugar de tener un compañero, terminamos adoptando una actitud maternal y resolviendo sus problemas.
Las razones por las que se quitan las responsabilidades a la pareja pueden ser variadas, desde no tenerle suficiente confianza por su falta de madurez ya que desde el comienzo de la relación asumió un rol pasivo permitiendo que otros decidieron por él, por comodidad o para evitar conflictos. Las mujeres que asumimos un rol maternal, tal vez provengamos de un hogar de origen en el que nuestra mamá era quien tomaba las decisiones o porque tuvimos que asumir el rol de madre con nuestros hermanos. Al absorber las responsabilidades que corresponden a nuestra pareja, podríamos terminar agobiadas por la cantidad de responsabilidades y además estaríamos frenando nuestro crecimiento personal. Estos roles también pueden llegar a afectar la intimidad en la relación.
En cambio, en una relación sana ambos asumen el rol que les corresponde y las responsabilidades y decisiones se dan de manera equilibrada, se ve a la pareja como lo que es, alguien con quien compartir un proyecto de vida y en el que ambos pueden tener crecimiento personal. Cuando comenzamos una relación, ambos vamos aprendiendo en el camino, así que si tu pareja no hace las cosas como a ti te gustan, tal vez sea conveniente dejar que las haga por sí mismo para que pueda asumir una responsabilidad compartida.
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Éstas son algunas señales que podrían indicarte si tu pareja es como tu hijo:
- Le recuerdas lo que tiene que hacer y lo supervisas
- Te quejas de que tu pareja no hace las cosas como te gustan y terminas haciéndolas por él
- Eliges su ropa
- Le recuerdas si tiene que tomar algún medicamento
- Le solucionas sus problemas
- Lo tratas como a un hijo más
- Lo regañas constantemente
- Le dices frases como ¿comiste tu almuerzo?, ¿te despierto para que vayas a trabajar?, ponte la camisa de tal color, entre otras.
- Si tiene que viajar, le empacas su maleta
- Adoptas un rol maternal todo el tiempo
Si eres consciente de que estás asumiendo el rol de mamá de tu pareja y piensas que esto está afectado tu relación, tal vez sea momento de recurrir a la ayuda profesional.
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