Estamos en diciembre, a pocos días de que comience uno de los periodos más grandes de vacaciones para los niños, y muchas mamás no saben qué hacer tanto tiempo con los niños en casa.

Hay varias opciones, como salir de vacaciones en familia, meterlos a un curso de invierno, llevarlos parques y espectáculos temáticos de Navidad, sin embrago, no todas las familias tienen el mismo tiempo, dinero y ganas para hacer estas actividades.

También esta el factor de la edad de los niños, ya que es mucho más fácil encontrar pasatiempos y cómo entretener a niños más grandes, que ya saben qué les gusta y pueden pasar el tiempo con amigo o primos de la misma edad; mientras que para niños pequeños está más complicado.

Es por eso que en esta ocasión les voy a contar sobre el Day Pass que ofrecen diversos hoteles, que hace varias semanas usé con mi esposo e hijo de 2 años durante un puente para que hiciéramos algo diferente y aprovecharemos ese día de descanso para todos.

¿Qué es el Day Pass?

El Day Pass es un pase de un día en un hotel con la posibilidad de disfrutar de las instalaciones. Te conviertes en huésped porque te dan una habitación y acceso a todas las áreas, aunque no vayas a pasar ahí la noche, ya que el horario del Day Pass suele ser de 9 de la mañana a 8 de la noche.

En la Ciudad de México existen varios hoteles que manejan esta modalidad y también en diversos clubes de playa. Además de que ofrecen diferentes ofertas, como descuentos en el consumo de alimentos en los restaurantes del hotel, en masajes, o en el estacionamiento, entre otros. 

¿Los niños pequeños se entretienen?

Para salir y de la rutina y relajarnos un poco, sin tener que ir muy lejos de casa, aprovechamos un puente para ir a un hotel cerca de la casa con Day Pass. Teníamos un poco de dudas de qué tan buena idea sería porque nuestro hijo aún es pequeño y en el hotel no tenía juegos, ni espacios propiamente para niños, sin embrago, nos dijeron que el hotel tenía alberca y varios jacuzzis pequeños con el agua caliente, y un roof garden muy bonito con vista al sur de la ciudad.

Nos animamos por el tema del jacuzzi, ya que nuestro hijo va a clases de natación y le encanta nadar. Entonces llegamos temprano, como a las diez de la mañana, estuvimos un rato en la habitación para cambiarnos y acomodar nuestras cosas, y posteriormente subimos al roof garden que es en donde está la alberca y los jacuzzis.

Estuvimos un par de horas ahí, la pasamos muy bien, mi niño estaba muy emocionado de poder nadar de un lado a otro, no había mucha gente, así que pudimos disfrutar del jacuzzi los tres, además de que tenía el agua a buena temperatura. El agua de la alberca estaba mucho más fría, y fuimos en una época de frío.

Después fuimos a la habitación a que mi hijo hiciera su siesta y descansaremos un poco, otra ventaja de estos hoteles es que suelen tener cunas, así que si tus hijos son pequeños (como el nuestro) y aún hacen siesta, no van a tener ningún problema.

Comimos en el restaurante del hotel, en donde nos dieron un pequeño descuento. Salimos un poco a pasear por los alrededores y por el roof garden. Regresamos al cuarto para bañarnos, cambiarnos y recoger nuestras cosas, e hicimos el check out un poco antes de las ocho. Nos fuimos justo a tiempo para llegar a casa y que el niño se durmiera a la hora de siempre.

La verdad es que nos gustó mucho la experiencia, probablemente valdría más la pena ir a un hotel con actividad y zonas infantiles, sin embargo, la comodidad de estar tan cerca de la casa y las amenidades del jacuzzi fueron un gran acierto.

Considero que para ir un día de puente o uno de estos días de vacaciones de invierno en las que se quiere salir de la rutina, descansar en familia y hacer algo diferente cerca de casa es buena opción. Las tarifas de un Day Pass son más baratas que las de una noche en el mismo hotel, y se puede disfrutar mucho del día, para hacerlo de vez en cuando vale la pena.