La violencia digital es un fenómeno que afecta la dignidad y la integración de las personas, se trata de agresiones que se realizan a través de los medios digitales como plataformas de internet, celulares, correos electrónicos, videos, chats o páginas web y que tienen como fin causar daño físico o psicológico en la persona; un ejemplo de ello es la difusión de contenido íntimo que, con la velocidad de internet, se divulgaría en cuestión de minutos. La violencia digital no discrimina sexo, edad o situación socioeconómica.
Algunos padres no nos damos cuenta si nuestros hijos hablan o interactúan con algún extraño, en muchos casos los agresores por lo regular usan nombres y perfiles falsos, no sabemos si a los niños los amenazan, si son acosados o si están expuestos a contenido violento, de índole sexual, racista, de odio, de conductas nada saludables como es el autolesionarse, el suicidio o la anorexia. También se dan casos en los que nuestros hijos son los que producen este tipo de material dañino, que pueden publicarlo y distribuirlo sin conocer las consecuencias que esto pueda tener.
Como padres, tenemos la responsabilidad de vigilar el uso que nuestros hijos hacen del internet, además de conocer cómo es su relacionamiento en las redes sociales. Hoy, cualquier niño tiene acceso a dispositivos como celulares, computadoras o tablets y que nosotros mismos hemos puesto en sus manos como una manera de mantenerlos entretenidos, pero no nos ocupamos de vigilar lo que están viendo en la red. Es necesario, que nos informemos y comprendamos lo vulnerables que son al hacer uso de las tecnologías para poder prevenirlos sobre los peligros a que están expuestos para que no sean víctimas de agresores.
En los niños y adolescentes, los tipos de violencia digital más comunes son:
Ciberbullying. Se trata de acoso social entre iguales, casi siempre entre niños y adolescentes de la misma edad, dicho acoso puede ser a través de insultos, discriminación o hacer burla de su apariencia física. Se amenaza con hacer públicos fotos o información que avergüence a las víctimas.
Sexting. Se da en niños y adolescentes. Consiste en enviar a otra persona y de manera voluntaria, imágenes de carácter íntimo de tipo sexual.
Grooming. Es el acoso de un adulto, principalmente a través de redes sociales, chats o foros. El grommer, se hace pasar por otro niño de la misma edad con el fin de ganarse su confianza y convencerlo de que le mande fotos o videos íntimos como desnudos. La finalidad es chantajear al menor para realizar un abuso sexual real.
Las personas que son víctimas de violencia digital se ven afectadas y muestran signos de angustia, enojo, presentan estrés, miedo o impotencia, entre otros.
Algunas medidas para prevenir la violencia digital:
- Que el uso de dispositivos sea bajo la vigilancia de un adulto
- Instalar un antivirus y una buena configuración de control parental
- No dejar los dispositivos en la habitación de los niños
- Si decidiste dar un dispositivo a tu hijo, explícale para que comprenda los riesgos a los que está expuesto, que entienda que compartir imágenes o información pueden comprometer su intimidad y dañar su integridad.
- Enséñalo a no compartir sus contraseñas, así como información personal y también los riesgos de publicar y difundir contenidos que puedan dañar a otros.
- Si detectas que está siendo víctima de algún tipo de violencia digital, pídele que guarde pruebas y que te cuento lo que le está sucediendo. Hay información estadística que indica que los niños no acostumbran recurrir a sus padres y recurren a otro adulto de confianza, por lo que es importante establecer y estrechar lazos de comunicación y confianza con tus hijos.
- Las mismas reglas que enseñaste a tu hijo como no hablar ni abrir la puerta a extraños, aplican igual para internet.
- Enseña a tu hijo buenos hábitos del uso de internet.
- Reporta usuarios o perfiles falsos y guarda pruebas, si decides hacer una denuncia.