Hoy en día queremos ser super woman, ya que nos buscamos ser buenas en el trabajo, de la mano de llevar una feliz maternidad, llevar la casa, tener tiempo para actividades personales y todo esto implica una gran exigencia a nosotras mismas, aunado a la presión social que nos rodea, pero todo esto a la larga nos están pasando factura. A este fenómeno le han llamado el Síndrome de Burnout, lo que en español traduce “agotamiento”.
¿Qué es el Síndrome de Burnout?
“El Síndrome de Burnout es una respuesta del organismo cuando ha estado sometido a un periodo de estrés intenso y prolongado, tanto desde el punto de vista físico como emocional” (1).
El término nació originalmente para describir un estrés crónico de tipo laboral, pero también se ha aplicado a la paternidad. La psicóloga Violaine Guéritault (2), autora del libro “El cansancio emocional y físico de las madres” , en el que estudia el “Burnout materno” y establece algunos de los generadores de estrés más frecuentes:
– El trabajo materno implica volver a hacer mil veces las mismas tareas. Tiene que lavar y limpiar. Todo vuelve a estar sucio algunos minutos más tarde, privando a la mujer de ese sentimiento de tarea hecha que da sentido y energía al trabajo.
– Una madre vive numerosas situaciones sobre las que no tiene ningún control. Le gustaría ser capaz de proteger a su hijo de todo, pero a menudo se ve impotente.
– Si hay algo que caracterice a los niños pequeños ese algo es la imprevisibilidad. Por mucho que la madre se planifique el día, lo más seguro es que sus previsiones acaben patas arriba. No es nada raro que, al llegar la noche, algunas madres, sintiéndose abatidas, lleguen a pensar que «no he hecho nada en todo el día».
– A todo ello hay que añadir que una madre no tiene derecho a cometer errores. Ella misma se pone el listón muy alto, y se desespera al comprobar la diferencia existente entre el modelo de lo que querría ser y lo que vive cada día.”
Síntomas del Síndrome de Burnout
Los síntomas se pueden confundir fácilmente con otras enfermedades, sin embargo un especialista puede detectarlo una vez estudie el caso a profundidad.
Los síntomas más comunes son: dolores de cabeza, problemas gastrointestinales, cambios en el apetito, en el peso y en los patrones del sueño.
A estos le acompañan síntomas emocionales como ansiedad, irritabilidad, depresión, apatía, aislamiento, ganas de llorar, nerviosismo constante, negativismo, dificultad para concentrarse, pérdida del interés, sentimientos de fracaso y de impotencia.
La persona con Síndrome de Burnout se siente agotada y cansada la mayor parte del tiempo, y si el problema no se trata a tiempo, puede perder la capacidad de disfrutar.
Mamá, vale la pena estar atento y poder tomar decisiones a tiempo.