Muchas veces vamos por la vida diciendo o haciendo cosas y en ocasiones no lo pensamos antes. Por ejemplo, pensar que los niños no sienten preocupación o no resienten lo que les decimos como: eso que te preocupa es una tontería, para problemas los que tiene papá, no tú, Si mamá está de mal humor es por tu culpa, porque siempre te portas mal. No te duele nada, solo te gusta hacerle al cuento y estás cansado”. Esto son solo unos pequeños ejemplos de cómo los padres podemos anular la voluntad, la identidad y las emociones de los críos. Es un fenómeno cruel, pero tristemente común. Y justo a esto hoy en día se le conoce como Gaslighting Parental.
Mamás y papás, yo creo que ninguno de nosotros va por la vida queriendo hacerles daño a nuestros críos, pero es importante tomar nota en ciertas palabras o actitudes que solemos tener y no nos hemos dado cuenta del impacto. Este tipo de conductas anuladoras a la larga las vinculamos a las relaciones de pareja. Sin embargo, hay una realidad y es que este tipo de acciones infunden miedos e inseguridades en los niños y la mayoría llegan a la edad adulta arrastrando consigo estas secuelas que no saben muy bien cómo definir ni manejar. Porque, por llamativo que nos parezca, las víctimas del gaslighting parental tardan bastantes años en ser conscientes de este tipo de abuso.
¿Cómo saber si fuiste víctima o tal vez cómo saber si tu hijo lo es?
El gaslighting parental se define como esa práctica en la que uno o los dos cuidadores de un niño ejercen una forma muy concreta de abuso emocional. Es esa en la que lograr que el pequeño dude de lo que siente, de lo que es y hasta de lo que necesita. Los adultos cuestionan y manipulan todo lo que sus hijos son con el fin de obtener poder sobre ellos.
Un estudio realizado por la doctora Domina Petric explica que los gaslighters aplican la teoría del nudo de la mente. En estos casos, el abusador obstruye el funcionamiento psicológico y emocional de sus víctimas. Las boicotea hasta el punto de lograr que duden de sí mismas, emborronando así identidades, valías, fortalezas y hasta necesidades.
Algunas acciones concretas del gaslight
1. Invalidar
El arma preferida del gaslighter es la invalidación en cualquiera de sus formas. Es una estrategia sencilla y eficaz con la que tener control sobre los menores.
La invalidación psicológica hace creer al niño que lo que siente y piensa es irrelevante. Se le traslada desde bien temprano la idea de que sus emociones y pensamientos son erróneos, carentes de lógica y de importancia.
Estas son algunas frases que se usan:
- Eres un exagerado.
- Eres demasiado sensible.
- No tienes ni idea de nada, eres demasiado inocente.
- Te estoy diciendo lo que necesitas oír, porque estás muy perdido en la vida.
- Eso que sientes es una tontería.
- Solo piensas en bobadas.
- Todo te afecta, no se puede hablar contigo de nada.
- ¿Te vas a poner así por eso?
2. Definir cómo son o cómo se sienten
Una forma muy práctica de anular a una persona es hablar por ella; robándole la voz y la oportunidad de expresarse. En el gaslighting parental los cuidadores hablan por sus hijos para declarar cómo son, cómo se sienten y qué necesitan. Suelen hacerlo delante de los demás y también en el propio hogar.
Algunas frases que se utilizan:
- Eres un niño responsable y por eso te quedas en casa.
- Eres una niña buena y obediente.
- A ti te gustan las ciencias y las matemáticas, por eso vas a dejar de leer cómics y de dibujar.
- Tú no estás triste, ahora mismo te pones a hacer tus deberes y te olvidas de más tonterías.
- Lo que te pasa es que tienes sueño, por eso te vas a dormir ahora mismo.
- Tú no estás molesto porque lo que te hemos dicho, lo que te pasa es que eres un contestón.
3. Se utiliza inestabilidad y contradicción constantemente
Confundir, mentir, generar frustración… En este tipo de entornos disfuncionales reina la inestabilidad como elemento constante, así como los comportamientos contradictorios. De este modo, una práctica común es la de hoy decir una cosa y mañana afirmar la contraria. Si hoy se le permite al niño ir al parque a jugar, mañana no y esto depende del humor del adulto.
La inconsistencia crea que el niño viva en la incertidumbre constante, en el no saber si hoy se les aplaudirá o se le castigará es algo que puede poner mal a cualquiera.
Ahora que ya sabes qué cosas pueden afectar a tus hijos, hazte consciente para que no lo hagas, o dejes de hacerlo.
Info de lamentemaravillosa.com/ Imagen de www.simplypsychology.org
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