La piel es el órgano más importante que tenemos y es la más expuesta, pues en el día a día la exponemos al aire, sol, contaminación, maquillaje, etc, es por esto que debemos cuidarla y contar con una rutina de skincare, sin embargo, en ocasiones no sabemos si ésta la estamos realizando de manera correcta, es por ello, que hoy te damos 5 consejos para que los tomes en cuenta y veas si no estás cometiendo un error.

Conocer tu tipo de piel.

Esto es indispensable, ya que en el mercado existen un sin fin de productos y si tu piel es grasa por ejemplo y usas productos para mixta, o es mixta y usas para seca, podrías estar lastimando ciertas zonas de tu piel y sentirla mucho más sensible.

Ya existen muchos lugares en donde pueden hacerte tu test para saber qué tipo de piel eres, es importante que sea en un lugar con expertos para que a partir de esto puedas realizar tu rutina de manera optima.

Utilizar los productos en orden incorrecto o demasiados productos.

Muchas veces creemos que por utilizar muchos productos entonces vamos a tener mejores resultados, pero esto no es real, pues la piel también se puede saturar, tus poros se tapan y pasar lo contrario pues no estás absorbiendo los beneficios gracias a esto.

Por otra parte, a veces no sabemos cómo aplicar los productos y solo los usamos, la forma correcta para que puedas sacarle provecho es de la siguiente manera: limpieza, tónico, sueros o tratamientos específicos, hidratación y protección solar.

No usar protección solar diariamente.

Hoy en día los rayos del sol ya nos perjudican si nos exponemos mucho tiempo y de manera constante, las manchas, las arrugas y muchas otras cosas pueden ser el resultado de esto, por ello, es indispensable que todos los días terminando nuestra rutina usemos un bloqueador y si es posible también darle un par de retoques al día, pues la luz del uso de las computadoras y celulares ya exponen también nuestra piel.

Limpieza inadecuada.

En ocasiones no nos damos cuenta pero podríamos estar limpiando nuestra piel de manera incorrecta, por ejemplo: usar productos muy agresivos con nuestra piel (por ello es tan indispensable conocer nuestro tipo de piel), no limpiarla bien puede ser otra opción, ya sea por hacerlo rápido o por nuevamente no usar el producto correcto, y por último no olvidemos el cuello y el escote, deben ser parte de la rutina.