Cuando supe que mi hijo podría estar sufriendo estrés

by / Comentarios desactivados en Cuando supe que mi hijo podría estar sufriendo estrés / 14 septiembre, 2018

Hace no mucho tiempo, estaba observando a Diego porque llevaba días con un comportamiento distinto a lo que suele ser (demasiado inquieto, sin hacer caso, rebelde, llorón, etc) y quise saber qué era exactamente lo que estaba llevándolo a comportarse así.

Obviamente le asumí todo al segundo embarazo en donde él está empezando a darse cuenta que no será el único y leí y me dijeron que aunque nos parezca extraño o no lo creamos, los niños también pueden sufrir de estrés, y al igual que nosotros el estrés puede venir de varias cosas, ya que se activan en nosotros los seres humanos mecanismos de defensa para afrontar una situación extraordinaria que nos saca de la rutina. Incluso sus nosotros podemos contagiárselos haciéndolos sentir mal y frustrados o hasta sin darnos cuenta cuando tenemos también exceso de éste.

Lo primero que hice para identificarlo fue observarlo, es otra de los motivos por los cuales es bien importante desde mi punto de vista conocer a nuestros críos, porque si nos damos un tiempo para detenernos y observarlos podemos saber cuándo tienen ciertas conductas que no son de ellos, como en el caso de Diego que había días muy irritable, otros de aislamiento, otros de apego excesivo, más activo de lo normal, rebelde, etc.

Esto me llevó a buscar a la psicóloga de la escuela y saber si dentro de la escuela Diego tenía también cambios de conducta como yo lo estaba percibiendo, ella me comentó que no, pero que ya había pasado varias ocasiones en que le preguntaban que si iba a tener un hermanito/a en casa y él le contestaba que no, que para nada. La verdad cuando me lo dijo me dio un poco de risa, pero ella me detuvo un poco y me dijo, no señora, Diego está triste y enojado porque no va a tener toda la atención para él como siempre y esa es su forma de hacer ese llamado, pero el tema le está generando cierto estrés en él.

Me comentó que en otros niños también se puede ver reflejado en su desempeño escolar afectando su rendimiento y aprendizaje, o un retroceso en conductas que el niño ya había superado como dormir solo y con la luz apagada; control de esfínteres o dejar de chuparse el dedo. Que he de comentar que esto también nos está sucediendo, ya que Diego está nuevamente parándose de noche y en ocasiones no llega al baño.

Lo que me dijo que era importante en caso como el de Diego, es detectar el motivo por el cual el niño está sufriendo de estrés. En este caso nos queda claro que es por la llegada de otro bebé a casa, sin embargo en otros niños el estrés se puede dar por varios motivos como:

Violencia en su ambiente (llámese casa o escuela), negligencia de los cuidadores, limitación del tiempo de juego, falta de comunicación o expresión de sentimientos, etc.

En este caso gracias a gente experta con la que  podemos contar y a que creemos que hemos podido observar y aprender a conocer a nuestro hijo, estamos tomando cartas en el asunto, por ejemplo me dijeron que si ahora ya no lo cargaba y le decía que no porque podíamos lastimar al bebé, lo que puede decirle es “no te puedo cargar porque ya estás grande y pesas mucho, pero me encantaría que fuéramos juntos de la mano” y de esta forma no entrometo al bebé y no se siente hecho a un lado por un tercero.

Nos dijeron que lo más importante fue haber identificado las señales y de esta forma poder tomar cartas en el asunto para con Diego y ayudarlo a evitar continuar con el estrés. Ya que además de que faltan varios meses para que nazca su hermanito/a, también va a tener que afrontar cuando llegue a casa.

En esta experiencia puedo fortalecer la idea de no dejar de observar a nuestros hijos para saber cuándo es momento de actuar.